Harley Eguna de su Sodupecoronavirus food truckformarse en gestión de eventos.

La experiencia familiar en hostelería le abrió los ojos sobre el potencial del vehículo que sirve comida en eventos. “Compré el mío de segunda mano, con la gran suerte de que había sido una hamburguesería, así que venía todo instalado”, recuerda. Cuando acudió al behargintza comarcal en busca de información para poner en marcha el negocio “me apunté a un curso de formación en el que aprendí marketing y contabilidad me hablaron del certamen de proyectos, me inscribí y gané” meses después de conducir por primera vez el food truck.

Hasta Trujillo

En el casi un año transcurrido hasta la pandemia, su naciente empresa había conducido a Aroa “hasta Trujillo, Extremadura, donde dimos comida a más de 2.000 personas participantes en un festival de música techno cuyos organizadores me habían encontrado por Internet”. En las bodas “normalmente nos contratan para la recena con un menú de pintxos”, para llenar el estómago ya en plena efervescencia de la fiesta.

De cara a 2020 “teníamos previsto acudir a dos eventos en Cantabria; desde marzo todo se ha ido derrumbando como piezas de dominó”. Antes de la pandemia “hicimos un bautizo y una fiesta de 50 cumpleaños” y otra fiesta quieren para celebrar por todo lo alto la vuelta de la vida tal y como la conocíamos cuando haya pasado la pesadilla del covid-19.