- Los delitos crecieron un 5% en Sestao el pasado año respecto a la cifra de 2018. Eso es lo que refleja el balance de conflictividad de 2019 de la localidad sestaoarra, un municipio que, pese al ligero repunte experimentado el pasado año, se encuentra ocho puntos y medio por debajo de la media vasca de delictividad. Así, en Sestao se cometieron el pasado año 44 delitos por cada millar de habitantes, una cifra que se sitúa muy por debajo de la media vasca que es de 52,7.

En total, el pasado año se contabilizaron 1.206 delitos en Sestao. Entre ellos no hubo ningún homicidio, pero, por desgracia, sí hubo que lamentar cinco delitos contra la libertad sexual, los mismos que en 2018. En lo que sí hubo un crecimiento muy destacable fue en los delitos de lesiones, hechos que crecieron un 26%, hasta alcanzar los 146 casos. Pero, sin duda alguna, fueron las sanciones vinculadas al incumplimiento de las ordenanzas municipales las que más crecieron el pasado año. Concretamente, hubo 184, un 68% más que las registradas en 2018. En el polo opuesto se encuentran los delitos contra el patrimonio, que descendieron un 9%.

El Área sestaoarra de Seguridad Ciudadana también hizo balance del periodo de estado de alarma. Durante los tres meses y una semana que duró esta situación excepcional con motivo de la pandemia, la Policía Local interpuso 486 denuncias administrativas por quebrantar las normas recogidas en la legislación de la alarma. Además, se procedió a abrir diligencias por desobediencia grave a la autoridad a un total de 22 personas por su reiterado incumplimiento de las normas.

Debido a la situación, la Policía Local debe adaptarse constantemente a los cambios normativos que se dan para tratar de minimizar el contagio del covid-19. Hace dos semanas se implantó la obligatoriedad de llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como abiertos. En este tiempo, la policía ha sancionado a ocho personas por incumplir esta medida de salud pública.