El Karpin Fauna se une a los recursos turísticos de Enkarterri que retoman su actividad esta semana después de casi tres meses de cierre para evitar la propagación del coronavirus. El centro de acogida de fauna silvestre, propiedad de los municipios que conforman la Mancomunidad y gestionado por la Fundación Ortzadar, recibirá con restricciones desde mañana a turistas: la mitad de aforo, sin visitas guiadas y sin actividades bajo techo. Además, el cierre se adelanta de las 19.00 a las 18.00 horas para limpiar y desinfectar.

De entrada, solo podrán acceder al recinto 395 personas. Llegado el caso, se comunicará en las redes sociales y la página web de la instalación cuando la afluencia se acerque a la cantidad marcada, para que los visitantes puedan buscar una alternativa.

Al no poder controlar el aforo de la sala de exposiciones, que carece de ventanas, permanecerá cerrada por precaución hasta que el escenario epidemiológico mejore, al igual que la estancia multiusos. Tampoco habrá visitas guiadas los fines de semana que otros años podían congregar a cerca de treinta personas entre las que se apuntaban desde el principio y quienes se sumaban por el camino. El centro prepara una audioguía descargable de manera gratuita con la aplicación IziTravel para que el itinerario en solitario gane contenido. También procurará poner en marcha un dispositivo que pueda ser enviado a los clientes o que puedan descargar por un código QR o similar con una serie de pistas de audio para escuchar en puntos concretos del parque marcados a tal efecto.

El bar abrirá entre las 12.00 y las 15.00 horas en exclusiva para el suministro de bebidas, sin servicio de restaurante, a partir del fin de semana del 13 de junio.

Para respetar la distancia de seguridad se han delimitado itinerarios de entrada y de salida y se han marcado en el pavimento los lugares para esperar turno ante la taquilla, donde atenderá solo una persona y se instalará una mampara. "De momento, no hay opción de sacar los tiques por vía telemática. Eso sí, recomendamos efectuar los pagos con tarjeta", señala Igor Marcos, coordinador de proyectos de la Fundación Ortzadar. Con respecto a la tienda de recuerdos, solo podrá coincidir en su interior "una misma unidad convivencial. En lugar de entregar folletos en papel con el mapa del parque los visitantes podrán descargarlo desde el teléfono móvil mediante un código QR.

Además, "para la protección de los demás", argumenta Markel Antón, los mayores de 6 años deberán portar mascarilla, pese a que la visita transcurre al aire libre, porque en ciertas zonas no se pueden guardar los dos metros de distancia. Si no las llevan desde casa, podrán encontrarlas en las instalaciones al precio reglamentario. Se cerrarán las papeleras del parque y en su lugar se instalarán unos contenedores de mayor tamaño, se procederá a desinfectar a diario, así como al cierre de los parques infantiles y las fuentes repartidas por el recinto.

En mayo y junio "recibíamos a entre tres y seis grupos de colegios al día" en salidas que forman parte del currículo escolar o excursiones de fin de curso, recuerda Antón. De momento, no se espera que regresen. Para empezar, por las incógnitas en torno al transporte escolar. Y es que "todos se acercan en autobús" al barrio de Biañez. En el ejercicio de 2019 visitaron el Karpin unas 50.000 personas.