Portugalete - La cultura ha de ser un elemento de cohesión, de unión y no de división. Las expresiones culturales han de convivir, mezclarse, compartir espacio para enriquecerse las unas de las otras. Con ese espíritu echó a andar hace dos décadas la asociación jarrillera Porturaíces y a lo largo de estos 20 años ha trabajado por la interculturalidad bajo el lema Acoge, integra y enraíza. Esa máxima lleva cumpliéndose a lo largo de toda la trayectoria de este colectivo surgido en 1999 y que dio sus primeros pasos en la parroquia de Nazaret de la noble villa jarrillera. Todo ello será motivo de celebración el próximo domingo, a partir de las 18.00 horas, en el templo que vio nacer al colectivo.

La razón del nacimiento de Porturaíces se debió casi a una necesidad detectada por un grupo de personas, vecinas de Portugalete, que vieron cómo en los últimos coletazos del milenio pasado crecía el número de inmigrantes que llegaban hasta la localidad. Predominaban por encima del resto los llegados desde Colombia. En el caso de estos, no tenían ante sí la barrera que supone el no entender el idioma del nuevo lugar al que llegaban, pero el resto eran los mismos problemas que tienen otros inmigrantes llegados desde otros puntos del plantea.

Por ello, los primeros integrantes de Porturaíces comenzaron su proyecto preocupándose, prestando ayuda a aquellos que llegan de otros países. En su mayoría llegan siendo anónimos, estando desorientados y sin saber a donde quién acudir. Ahí entra en juego la etapa de la acogida que realiza Porturaíces. Sin distinción alguna, todos iguales independientemente de su procedencia, raza o situación, Porturaíces da la bienvenida y ayuda a quienes son unos recién llegados a Euskadi. Esa acogida es el primer paso de un proceso largo y enriquecedor que tiene en la integración su segunda etapa. Esta fase consiste en que los recién llegados conozcan la cultura y las costumbres de su nueva tierra y que también se orienten de cara a lograr un puesto de trabajo en el caso de que las personas estén en situación de desempleo.

La última de las fases es que esas personas echen raíces, que se asienten en Portugalete una vez han sido acogidos y se han empapado de las costumbres y cultura local. Tejer sus propias redes de amistades, crearse su propio entorno para acabar de consolidar su casa, su espacio en su nueva tierra. Todo ello fomentando el contacto entre culturas, la diversidad.

580 socios Actualmente, tal y como apuntan desde la asociación Porturaíces, la entidad cuenta con 580 socios de los que el 60% son mujeres y un 15% son personas menores de quince años. A lo largo de estas dos primeras décadas de andadura, la entidad ha ayudado a personas procedentes de 21 países, siendo mayoría los que proceden de Sudamérica, aunque también hay que contabilizar los llegados desde seis países de América Central, los procedentes de otros cuatro países africanos y los llegados de tres países europeos. En la actualidad, Porturaíces trabaja con un total de 60 personas llegadas hasta Portugalete de 16 países distintos.

El domingo será el momento de que este colectivo mire hacia atrás, valore lo hecho hasta la fecha y tome impulso para seguir uniendo personas y mezclando culturas en el futuro.