ZALLA. Ayer regresó a Gangas Eguna para recibir el homenaje a productora local del año en el encuentro agro ganadero que pone fin a las fiestas. El único galardón que se conoce de antemano, apuntaron desde la megafonía de la plaza Euskadi, dentro de un palmarés que crece con dos nuevas categorías ganaderas: mejor exhibición de pastoreo, para Jose Ramón García, y mejor animal presentado, que recayó en Peque, un caballo anglo árabe de Iñigo Kastrexana.

Alicia Chavarri también tiene ganado. “Ovejas, vacas y cabras que cuidamos en Artzentales, de donde es mi marido. Con los pasos a nivel de Zalla nos da miedo que los animales puedan saltar a la vía”, explicó después de recoger el trofeo conmemorativo de manos del alcalde, Juanra Urkijo poniendo sobre la mesa uno de los temas que, sin duda, marcarán la legislatura. La cebolla morada estuvo presente, además, en la figura de Ana Mari Llaguno, que engrosó la lista de ganadores junto con las novedades mencionadas en la categoría de ganado y Adela Andikoetxea en hortalizas, la familia Etxebarria en fruta, quesos Agiñiga, Ama Orea en pan, José Domingo Txabarri en txakoli con su Abeitxa 2014, Javier Ansuategi en miel, viveros Aranburu y Borja López como la mejor explotación ecológica.

Dos bueyes, 16.000 euros Gangas Eguna cumplió su edición número 76 diversificando la muestra de ganado en el barrio Artebizkarra con una exhibición de pastoreo en el jardín del Ayuntamiento. Allí se instaló también la oveja Latxine, un Gargantúa de aires campestres que llevó a Zalla la asociación Mutur Beltz de Karrantza. Y al restaurante Garras del valle irán los dos bueyes “gemelos de raza Tudanca” que adquirió José Mari Llamosas en “la única venta de ganado que se ha cerrado en la feria”, señaló el propietario de los animales, Jon Ander Zornotza, que los ha cuidado “con mucho cariño” hasta ayer mismo. Con los aproximadamente “1.200 kilos de peso cada uno” y su planta imponente, se convirtieron en una de las atracciones del recinto de Artebizkarra. Allí mismo carniceros de Zalla prepararon durante toda la mañana el asado de la ternera de la cual concejales de la corporación local distribuyeron raciones a un euro. Durante la entrega de premios el Ayuntamiento agradeció la ayuda de los carniceros y de la fundación Hazi en uno de los actos imprescindibles del programa.

La mañana de paseos y compras a cargo de los miles de asistentes entre un centenar de puestos repartidos entre la Avenida Hermanos Maristas, la calle Nuestra Señora del Rosario y la plaza Euskadi culminó con la tercera y última comida popular de San Miguel.

Con el desmontaje de las instalaciones, Zalla retoma la normalidad a partir de hoy después de unas fiestas que terminaron con el punto negro de la presunta agresión sexual denunciada en la madrugada del domingo.