Barakaldo - La Policía Local de Barakaldo detuvo ayer a un vecino del municipio de 63 años acusado de depositar carne y salchichas con alfileres en las inmediaciones del bidegorri del paseo Dolores Ibarruri. La carne tenía como destinatarias a las mascotas que pasean por esta zona verde de la localidad fabril pudiendo producir su ingesta graves daños a los animales. El acusado ya ha pasado a disposición judicial por estos hechos que se le imputan y que están tipificados como un delito de maltrato animal.

La detención tuvo lugar a primera hora de ayer, momento en el que la Policía Municipal barakaldarra cazó in fraganti al acusado, ya que se disponía a colocar nuevas raciones de comida envenenada en las inmediaciones del bidegorri, una práctica que, al parecer, ya había realizado otras veces. El detenido viajaba en bicicleta, llevaba consigo varias mochilas y riñoneras y presentaba una actitud nerviosa, ya que miraba constantemente a un lado y al otro para tratar de evitar ser cogido. “En un momento dado el hombre ha comenzado a caminar a la vez que desde una de las riñoneras que portaba lanzaba restos de comida al suelo. Los agentes al ver esto se han dirigido hacia él, y este ha comenzado a huir a la carrera, haciendo una maniobra extraña, lanzando algo al suelo, que ha resultado ser medicamentos en forma de comprimidos que han sido encontrados por los agentes”, explicó David Solla, edil de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento.

Finalmente, los agentes pudieron poner punto y final a la huída del hombre al que se le incautaron tres bolsas de comida muy similares a las encontradas en jornadas anteriores en el paseo Dolores Ibarruri, dos paquetes de arroz y carne y pienso para animales domésticos.

De esta manera ha dado sus frutos el dispositivo especial que había puesto en marcha la Policía Local con el objetivo de coger con las manos en la masa a la persona que, en las últimas dos semanas, estaba colocando comida envenenada en esta zona. “Durante los últimos días de agosto recibimos varias denuncias en la comisaría y avisos a través de las redes sociales en los que se alertaba de la aparición de comida envenenada. Ante la alerta generada, se puso en marcha un dispositivo especial de vigilancia, con agentes de paisano, que anoche nos permitió dar con el presunto autor de los hechos y ponerlo a disposición de los jueves para que pueda ser juzgado por este hecho atroz”, señaló la alcaldesa, Amaia del Campo.

Con dureza El Ayuntamiento ya había avisado de que iba a actuar “con mano dura” ante este tipo de acciones que ponen en peligro a las mascotas y a la ciudadanía. “Es difícil comprender qué se le pasa por la cabeza a una persona que deja trampas para hacer daño a las mascotas y que de forma indirecta también podrían dañar a niñas y niños que se encuentren por la zona”, argumentó Del Campo, quien señaló que “debemos tomar consciencia de que en la ciudad convivimos personas y mascotas, y que todos, como seres vivos, merecemos un respeto”.