Portugalete - “Los conciertos son como pastillas para el dolor del alma”, asegura Txus di Fellatio, batería de la banda Mago de Oz, que ya ha alcanzado las tres décadas sobre los escenarios. La Fiesta Pagana en la que se convierten todas sus actuaciones ha unido a padres e hijos en torno a la música.

Después de tantos años en la carretera, ¿se mantienen las mismas ganas?

-Llevamos 31 años ya y seguimos teniendo las mismas ganas. La gasolina de un artista es la pasión, en el momento en que un artista no tiene pasión, es complicado seguir. Voy a cumplir 50 años y empecé en esto con 18 años y todavía tengo ilusión de enseñar las canciones nuevas, de planificar las giras? El día que esa pasión desaparezca o baje mucho será el momento de cerrar el capítulo de Mago de Oz.

Es el único miembro de la banda original. ¿Es el guía?

-Un buen entrenador. Eso no significa que sea el más importante porque Mago de Oz es una marca ya. Los nombres no son tan importantes como el espíritu de la música, la forma de entender las canciones. El único imprescindible es el público.

Un público que les sigue acompañando en cada concierto.

-Sí. Estuvimos en las fiestas de la Blanca en Gasteiz y había 19.000 personas. Sin ellos no podríamos llevar 31 años. Ahora hay muchos artistas fugaces, que salen en programas de televisión en teoría de música, que son un poco como el McDonald’s, que lo digieres muy rápido pero luego se te olvida. Nosotros no vamos a estar nunca de moda porque eso sería un grave problema.

¿Es mejor no estar nunca de moda?

-Sí. No creo en el éxito ni en el fracaso. Lo chulo es intentar conseguir el concierto perfecto, la canción perfecta. El artista que crea que ya ha cumplido todos sus sueños? Mago de Oz es un grupo de rock y en el Estado español ha sido una música maldita que nunca ha sido apoyada ni lo va a ser nunca. Nunca nos van a llamar para un especial de Navidad de un programa de televisión.

¿Por qué no hay ese apoyo al rock?

-Porque hay una incultura musical muy grande. En Estados Unidos Metallica es como la copla en el Estado, desde los años 50 han escuchado rock. En cualquier serie española que haya cualquier drogadicto, un ladrón siempre le van a poner una camiseta de AC/DC, por ejemplo.

Antes hablaba de los sueños, ¿cuáles quedan por cumplir?

-Tenemos pendiente de hacer una gira por Japón. Hemos hecho giras por Rusia, Italia, Latinoamérica, Estados Unidos? Tenemos otro sueño y es que un grupo como Mago de Oz, que cumplió 30 años el año pasado, estemos más presentes en los medios grandes. De hecho, este verano tenemos 50 conciertos por el Estado español.

En el concierto de hoy en Portugalete, van a presentar su último trabajo ‘Ira Dei’.

-Lo presentamos hace unos meses. Es un disco doble porque llevamos cinco años sin sacar disco nuevo. Es un disco apocalíptico, contada la historia desde un punto de vista no creyente. Me parece importante señalar si el anticristo es tan malo y Cristo tan bueno. Todo el mundo tiene derecho a creer en lo que quiera pero esa infraestructura montada alrededor de las religiones, me parece anacrónico.

¿Quedan barreras por romper?

-Sí pero mi trabajo no es cambiar el mundo. Mi trabajo consiste en que tras un concierto de Mago de Oz, la gente se vaya a casa con una sonrisa, que durante dos horas olvide sus problemas.