El baloncesto barakaldarra está de enhorabuena. No solo por el ascenso que ayer logró el Barakaldo EST a Liga Femenina 2, sino también porque el gran referente histórico de este deporte en la localidad, el Club Baloncesto Paúles está a punto de soplar las 50 velas. Medio siglo de trayectoria formando jugadores y entrenadores gracias a la labor de un proyecto que vivió su edad dorada en los años 80, cuando el equipo senior masculino llegó a coquetear con el ascenso a la Primera División B -el equivalente de la actual Liga LEB-. Desde septiembre, el club fabril celebrará diversos actos para conmemorar el medio siglo de trayectoria de este equipo que, desde el patio del colegio, ha ido construyendo una trayectoria notable en el mundo del baloncesto. “Es un orgullo poder decir que llevamos ya cincuenta años haciendo baloncesto. Para la mayoría de la gente que formamos el club, Paúles ha sido el sitio donde hemos crecido y dónde nos han enseñado un montón de cosas, y ver que sigue vivo y sobre todo, con su esencia y valores, después de tantos años”, señala Mikel García, miembro histórico del club.

En la actualidad, Paúles cuenta con una escuela y 21 equipos de los que 16 son de formación. En total, Paúles cuenta con cerca de 180 jugadores procedentes en su mayoría de Barakaldo, pero también de otros municipios limítrofes. “Seguimos abriendo nuestras puertas a todo aquel que quiera practicar baloncesto sea cual sea su procedencia”, declara García. Todos ellos forman una gran familia y es que una de las señas de identidad del club barakaldarra es la cohesión, la unión entre los diferentes estamentos de Paúles. “Damos mucha importancia a generar cohesión entre la gente que forma el club, que se hagan amigos, que quieran venir a Paúles. Una vez creado ese espíritu de Club, es turno para los entrenadores; son los que más tiempo pasan con los chavales y los encargados de trabajar en el respeto, la puntualidad, el sacrificio...”, enumera García. Sin duda, en la historia de Paúles está escrita en letras de oro la temporada 86-87 cuando el senior masculino estuvo cerca de ascender a Primera B. “Esa temporada marcó un antes y un después porque en la sección masculina, la única que había por entonces, se llegó al punto más alto siendo un club de colegio, algo que muchas veces se olvida”, concluye García.