El deporte rompe barreras en torno al balón oval en Getxo, donde el club de rugby de la localidad ofrece un modelo de vida inclusivo a las personas con diversidad funcional. Cuando se ponen la zamarra gualdinegra y saltan al campo forman parte de un equipo donde todo el mundo tiene cabida. Un proyecto que trasciende del ámbito deportivo al social y que se puso en marcha hace cinco años, en 2016. Desde entonces no ha dejado de crecer hasta el punto de convertirse en un equipo oficial de pleno derecho a ojos de la Federación Vasca de Rugby, al igual que otros tres conjuntos vascos Hernani CRE (Gipuzkoa), Gaztedi RT (Araba) y Universitario Bilbao (Bizkaia).

"Se trata de un proyecto pionero en Euskadi", subraya Aitor Arri, técnico y jugador del equipo getxotarra, en el marco de una nueva edición del torneo de rugby inclusivo Harresiak Apurtuz (Rompiendo barreras), organizado por el club getxotarra. Tras la primera edición celebrada en 2019 y el obligado parón por la pandemia, la entidad retomó este evento que permite a las personas con diversidad funcional disfrutar de la práctica deportiva como uno más.

No obstante, la gran novedad es que este año se trató de un torneo oficial, un gigantesco paso impulsado por los clubes vascos junto con la Federación Vasca de Rugby que les va a permitir contar con la misma licencia y seguro que el resto de equipos. Un hecho que les convierte en pioneros.

De esta manera, en las instalaciones de Fadura se dieron cita los cuatro equipos en una jornada histórica que contó con árbitros de la federación, actas, así como todas las medidas sanitarias y de seguridad necesaria dada la situación actual. En este sentido, uno de los integrantes del conjunto getxotarra, Jon Tardáguila, disfruta como nadie de este deporte desde 2018 . "Me gustaba desde hace muchos años, pero hace tres empecé con el equipo y me encantó. Estoy muy contento con los compañeros, hay un gran ambiente y que ahora seamos un equipo federado es muy positivo", valoró este getxotarra de 31 años que trabaja en Lantegi Batuak y al que la pasión por el balón oval le ha cautivado.

A nivel institucional, el torneo contó con el respaldo de la alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre, así como el presidente de Getxo Kirolak, Álvaro González, que entregaron los premios junto al nuevo presidente del Getxo Rugby, Alaitz Bollegi, y el responsable del equipo inclusivo del club, Aitor Arri, así como representantes de la Federación Vasca de Rugby y otros patrocinadores del club getxotarra.

El técnico del equipo getxotarra Aitor Arri destacó el hito que supone en términos de inclusión que estos equipos compitan de forma federada. "Quería dar las gracias a todas las personas que hacen que este proyecto tan bonito de rugby siga en adelante en Getxo y en Euskadi", subrayó. Hasta ahora, los equipos vascos disputaban la Bultza Liga, como se denominaba la competición de rugby inclusivo, pero no era una competición federada y competían con un seguro privado. Así, este paso supone "dotar de mayor seguridad y respaldo a los jugadores", expuso Arri, quien subrayó que el objetivo principal es que las personas con diversidad funcional encuentren lugares donde les sea posible un modelo de vida inclusivo", puesto que 8 de cada 10 niños con diversidad funcional sufren bullying

De esta manera, el torneo puso el colofón perfecto a una temporada muy complicada por la pandemia. "Hace apenas un mes nos volvimos a juntar para jugar y fue una alegría inmensa para los jugadores porque supone un gran estímulo en términos de sociabilidad", indicó Arri.

Actualmente, la plantilla del club getxotarra está formada por ocho jugadores con diversidad funcional, además de otros tantos dinamizadores del club. "Pedían a gritos volver a entrenar y jugar. Durante el confinamiento les mantuvimos enganchados al rugby a través de vídeos en las redes sociales, pero no es lo mismo que la sensación de saltar al campo", apuntó Arri.

Después de los partidos y la entrega de premios del torneo tuvo lugar el clásico tercer tiempo, ese momento de confraternización que hermanó a los clubes vascos para afrontar la próxima temporada con un nuevo estatus: oficial y federado.