El Departamento de Educación del Gobierno vasco ya conoce los proyectos de ampliación de Zipiriñe que plantean los diferentes grupos municipales que integran el Ayuntamiento de Sopela. Los miembros de la comisión educativa, formada por los directores de Zipiriñe y el instituto Iberre, miembros del AMPA y los grupos políticos, han trasladado a la consejería que dirige Cristina Uriarte sus propuestas para paliar los problemas de espacio del centro escolar, que cuenta con 925 alumnos y cinco líneas por cada curso.

En total, se han remitido cuatro propuestas a Educación para su análisis. Tres de ellas se encuentran desarrolladas y una cuarta podría hacerse "si se considera oportuno", explica el alcalde de Sopela, Josu Landaluze.

Por un lado, el PNV propone la ampliación del actual centro con un edificio anexo compuesto por dos plantas con dieciséis aulas -ocho en cada una, de 60 y 42 metros cuadrados-, baños y zonas comunes, así como un amplio pasillo de 200 metros cuadrados. Al mismo tiempo, también se aumentaría la zona de patio a través de la calle Goiene, ganando de este modo 1.640 metros cuadrados. "Esta propuesta recoge e incrementa las necesidades que nos han trasladado los responsables del centro", expone el regidor sopeloztarra, quien considera que "resolvería los problemas de cara a los próximos años" en base a un estudio encargado por el Consistorio de estimación de crecimiento demográfico.

Sobre esta línea, los jeltzales también han planteado otro plan a Educación. Se trata de una propuesta aún sin desarrollar por completo en una parcela de 2.445 metros cuadrados en Akilino Arriola, pero cuyo proyecto no sería tan inmediato ya que implicaría "más tiempo y trámites administrativos". "Habría que recalificar el terreno que se encuentra detrás de las piscinas, que es de uso deportivo, modificar el planeamiento urbanístico y redirigir el tráfico de la zona", apunta Landaluze.

Por otro lado, los grupos de la oposición también han trasladado dos proyectos al Gobierno vasco. Así, EH Bildu propone un nuevo edificio de educación Infantil en Loroño, "en los terrenos del actual parking disuasorio". Se trata de una parcela de 4.515 metros cuadrados en la que se levantaría un edificio de dos plantas. En la planta baja se ubicaría la administración y las aulas, y en la planta semisótano los servicios de la escuela como aulas de psicomotricidad, música o vestuarios, así como un parking de 110 plazas.

Por último, el grupo DB-TU plantea construir un nuevo instituto en una zona entre Larrabasterra y las playas. El objetivo sería dotar a la localidad de "un centro con Bachillerato y liberar el instituto de Iberre donde podrían trasladarse ciclos de educación Primaria para descongestionar Zipiriñe y su comedor". Para ello, apuntan, habría que reagrupar parcelas de los sectores Bareño y Asu en una parcela del sector Loiola, y ceder el terreno conseguido en Loiola al Gobierno vasco". En ambas propuestas habría que adecuar el centro de Iberre para acoger enseñanzas de Infantil o Primaria.