Este confinamiento tiene muchas bandas sonoras en la comarca de Eskuinaldea y Uribe Kosta: la música de Haize Berri Txistu Taldea, que ameniza las tardes en Leioa; las sesiones del DJ Koldo Kalamar, también en el municipio leioaztarra; la poderosa voz del tenor de Algorta Andoni Martínez Barañano, que sale a su balcón de la plaza San Nicolás… Y también, esta cuarentena cuenta con los sonidos vascos más tradicionales que son expresados a través de la danza por Itxas Argia Taldea. El grupo getxotarra no solo está bailando desde casa, sino que está enseñando pasos para que todo aquel que lo desee pueda aprender Jota, Arin Arin o Agurra, por ejemplo.

En vídeos cortos, de algo más de un minuto, se van desmenuzando los pasos de un baile. La cámara apunta directamente a los pies para que sea sencillo seguir las instrucciones. Es por ello que cualquier persona puede animarse. De momento, Itxas Argia Dantza Taldea ya ha dado lecciones de Jota y Arin Arin y ahora está sumergido en las del Agurra. Todo ello forma parte de la iniciativa #NikEtxeanDantzatukoDut. “Cuando empezó la cuarentena, los coordinadores de baile pensamos que teníamos que hacer algo para tener presencia en las redes sociales y, sobre todo, para estar pendientes y atender a la gente de todos los grupos de baile que tenemos. Barajamos varias opciones, como subir fotografías… Y al final pensamos: ¿Y si enseñamos bailes que no sean difíciles? Y así también la gente no solo se entretiene, sino que aprende. ¿Por qué no? Y nos animamos”, explica Iñigo Díaz de Olarte, que se encarga de montar las grabaciones.

Así que con esta acción de clases virtuales se cumplen distintos objetivos, aunque el principal, era estar cerca, de alguna manera, de todas las personas que forman parte de la gran familia de Itxas Argia, toda una institución en Getxo. Y es que solo en la cantera, hay una centena de pequeños bailarines. “Luego tenemos el grupo de mayores; el de padres y madres, es decir, de gente que quiere seguir bailando, pero igual sin tanto compromiso; también tenemos los sábados por la mañana la clase de baile básico y los domingos, a los veteranos”, enumera Iñigo, que tenía muy claro algo: “Cómo íbamos a dejar esta relación durante la cuarentena. Era algo muy drástico”. Por eso, ahora muchas de esas personas pueden seguir practicando siguiendo las pautas de sus profesores. “La idea principal era estar en contacto con los grupos, con las familias, los niños... pero también llegar a más gente y la iniciativa se ha ido difundiendo y ya sabemos de personas que se han animado a probar sin tener relación con Itxas Argia, así que fenomenal”, valora Iñigo.

Estas lecciones están tanto en Facebook como en Instagram. Cada vez es uno de los cinco coordinadores el que se graba y al final, cuando todos los pasos ya están enlazados, es decir, cuando el baile ya está completo, todos se ponen en Youtube y así queda el tutorial completo y accesible. “A nosotros todo esto también nos vale para entretenernos, para estar ocupados, estar en contacto entre nosotros”, destaca Iñigo. A los dantzaris les sucede lo mismo, y, además, también mueven un poco el cuerpo en estos tiempos de parón. Por lo que la familia de Itxas Argia es ahora interactiva.