- El Ayuntamiento de Durango debatió y aprobó ayer en el pleno las ordenanzas fiscales para el próximo ejercicio. El PNV consideró que con la propuesta presentada de congelar los impuestos, además de “una nueva campaña de marketing político” del equipo de gobierno, liderado por EH Bildu y Herriaren Eskubidea, “no se está contando la verdad ya que los y las durangarras con la aprobación de esta propuesta se verán obligados a asumir la injustificada subida del año pasado y además se posibilitará su consolidación”, lamentaron los jeltzales.

En este sentido, el PNV pidió que se recuperasen las tasas e impuestos previos a la pandemia, pero el equipo de gobierno no quiso debatir esta opción. Descontentos con las decisiones tomadas, “el PNV consigue alguna pequeña mejora con respecto a las ordenanzas fiscales planteadas por el equipo de gobierno, aunque seguimos viéndolo totalmente insuficiente y esperamos que el equipo de gobierno empiece a escuchar más y a hacer política para todos. Por ello, nos abstenemos, en defensa de una política de debate, escucha y entendimiento”, aseguró Mireia Elkoroiribe, portavoz jeltzale.

Por otro lado, el PSE también decidió abstenerse en la votación. Y es que para los socialistas “hoy se aprobarán las ordenanzas fiscales para el 2022 que se debían haber aprobado el año pasado, ya que fue a finales de 2020 y durante el 2021 cuando se han dado los momentos más duros de la crisis generada por la pandemia. El año pasado se justificó la subida del IBI generalizado y del IAE con la reducción de la aportación de Udalkutxa, sin embargo, este año vamos a aprobar las ordenanzas fiscales para el 2022 sin conocer ni siquiera la primera estimación de esa aportación”, criticaron. Asimismo, la portavoz Jesica Ruiz insistió en que “nuestro objetivo ha sido en todo momento presentar propuestas realistas que ayuden al comercio local y a la ciudadanía en general manteniendo la calidad de los servicios”.