UNAS navidades más, la pista de hielo de Durango se está convirtiendo en uno de los grandes atractivos para disfrutar estas fiestas. Abierta desde el pasado día 21, los vecinos todavía disponen de un fin de semana por delante, ya que se despedirá el lunes a las 20.30 horas. Por el momento, han desfilado por la instalación “alrededor de 4.500 personas; son más o menos los números del año pasado”, valoraron satisfechos ayer desde el Consistorio durangarra.Tras el cierre del día 1, la pista de hielo reabrió sus puertas ayer y como los jueves, la actividad navideña ofreció descuentos en el precio de la entrada -tres euros para todos los usuarios-. Esto motivó una gran afluencia de público durante toda la jornada. “La pista de hielo está muy consolidada en Durango. Por la mañana suelen venir más familias con sus niños y la tarde el protagonismo recae sobre todo en la juventud y las cuadrillas”, explicó el durangarra Unai Zamalloa, responsable de monitores.

Un plan que invita a las familias a acercarse a la villa para disfrutar de las vacaciones escolares. Tal fue el caso del durangarra Iñigo, que acudió con sus hijos. “Hoy el pequeño también se ha animado a patinar y me ha tocado ponerme los patines; la verdad que esto es una gozada”, explicaba ayer satisfecho a pesar de haber sufrido alguna caída.

Desde hace tres años, el acceso al recinto se programa por turnos. Para ello, se utilizan brazaletes de diferentes colores para distinguir las tres tandas organizados. Así, entran 150 patinadores hasta completar aforo, y disponen de hora y media para deslizarse por la pista. Y es que hasta hace tres cada usuario contaba con tres horas para estar patinando, una situación que generaba largas colas de quienes esperaban plazas libres. “La gente demandaba algún sistema más eficaz para que se pudiera patinar sin tener que esperar tanto tiempo”, puntualizaron desde la organización.

Tras la subida de precios de este año, incremento de un euro para los menores de 14 años -cuatro en total- y dos y medio para los mayores de esa edad -seis en total-, los usuarios se mostraron contrariados con la medida. “Me parece una subida excesiva y sobre todo para los chavales de 15 años; deberían de haberlo hecho de otra manera”, lamentó uno de los padres que llevó ayer a su hijo a patinar.

En lo que a los usuarios se refiere, la mayoría suelen ser vecinos de Durango y la comarca los que se acercan a Landako para disfrutar de los días de fiesta. También visitantes llegados de Bilbao, Eibar, Gasteiz y Donosti suelen ser habituales en el consolidado recinto. “Venimos todos los años porque a las niñas les encanta”, desveló la eibartarra Andrea en compañía de sus hijas Eider y Alaitz.

Cursillos Los cursillos con dos profesoras de patinaje están cosechando gran aceptación. Además, siete monitores ofrecen respuesta a las demandas de los usuarios. Asimismo, voluntarios de la Cruz Roja de encargan de atender cualquier caída o problema que podía sufrir alguno de los patinadores. En la mañana de ayer atento a todo lo que ocurría en la pista se encontraba Jon. “La cosa siempre suele estar tranquila; normalmente lo que atendemos son pequeños rasponazos y alguna torcedura”, reconoció el voluntario.

Tras la buena respuesta de estos años, los impulsores de la iniciativa han colocado nuevamente un puesto donde los usuarios pueden responder a una encuesta y aportar sugerencias.