características aglomeraciones feria de Santo Tomás Lotería Navidad calles de Bilbaolevantamiento del confinamiento perimetralel tránsito no fuera fluido

El de ayer fue el sábado por excelencia de los procrastinadores, aquellos que dejan las compras de Navidad para el último momento. Sin embargo, las tiendas de la Gran Vía no estuvieron abarrotadas. O bien los compradores se han vuelto más previsores con el fin de evitar los tumultos en las tiendas o la tendencia al alza de las compras a través de plataformas digitales es imparable. En cualquier caso, muchos vizcainos han aprovechado las semanas previas para canjear los bonos de descuento de fomento al comercio impulsados por diferentes administraciones.

En el Mercado de La Ribera la moderación también era visible. Mientras años atrás en estas mismas fechas circular por sus estrechos pasillos era complicado, ayer no era una misión imposible. La austeridad requerida en el número de comensales en los hogares vascos parece haberse trasladado también a las mesas. De hecho, cada vez son más los ciudadanos que afirman que celebrarán las citas navideñas únicamente con sus convivientes.

Visita al Mercado de la Ribera de Bilbao

Visita al Mercado de la Ribera de Bilbao

Si bien las terrazas estuvieron a rebosar, los restaurantes traslucían que muchas comidas de cuadrilla o de empresa se han pospuesto. Pueden esperar un año más, igual que los eventos estrechamente ligados a esta época, como la feria de Santo Tomás o las cabalgatas de Olentzero y Reyes Magos. Lo que no puede esperar es la aplicación de la cautela y ayer podía verse que la ciudadanía se toma en serio la obligatoriedad de llevar mascarilla y el respeto a las normas. En la feria de artesanía de El Arenal un estricto protocolo regulaba el aforo para que todos pudieran disfrutar de la misma sin amontonarse.