A punto de cerrarse la liquidación de un año marcado por la pandemia y las consecuencias que ha tenido para los bilbainos, no solo a nivel sanitario, sino también a nivel económico, la concejala de Hacienda del Ayuntamiento, Marta Ajuria, señala que del 100% de los recibos que factura el Consistorio, el 95% se ha pagado en periodo voluntario, un porcentaje muy elevado que, según Ajuria, tiene que ver con los medios que ofrece el Consistorio para facilitar el cumplimiento de los bilbainos con sus impuestos. Entre ellos el pago a la carta, "que da unas facilidades para que los contribuyentes decidan cómo quieren atender sus obligaciones tributarias, y también la apertura de diferentes canales para operar con el área como, por ejemplo, Udaltax, donde puedes consultar recibos del ayuntamiento a través del móvil".

Facilitar el pago a los contribuyentes ha propiciado que, a pesar de la crisis económica causada por el covid-19, los contribuyentes bilbainos hayan cumplido con sus impuestos. "Entre la web, la app y el pago a la carta en el Ayuntamiento de Bilbao llegamos a ratios muy elevados de recaudación", señala.

BUENOS PAGADORES

Los datos refutan que los bilbainos son buenos pagadores, aunque también contribuye a esto las facilidades que, a través de diferentes medios, les ofrece el consistorio. Son pocos los recibos que tiene pendientes de cobro Bilbao. Según explica la concejala de Hacienda, en vía ejecutiva se recauda el 4,3% de los impuestos no pagados, lo que sitúa en un 99,3% el cobro total de los tributos.

Ajuria explica que "en todo ese proceso de recaudación hay un momento que hay recibos que hay que darlos de baja porque corresponden a contribuyentes que son insolventes, lo que representa un 0,5%. Así, solo quedaría un 0,2% de recibos en tramitación". De estos, a lo largo de los años, desde Hacienda se van realizando diferentes actuaciones para su cobro. "Algunos desembocan en el cobro del recibo pero hay un porcentaje mínimo que no es posible", reconoce Ajuria. Esto supone una deuda de 2.552 recibos para el Ayuntamiento de Bilbao.

Misma tendencia

En el último trimestre del año, la caja de tesorería de Bilbao muestra un comportamiento similar al de otros años lo que no es óbice para que, de cara al próximo ejercicio, se adopten medidas que puedan paliar en alguna manera la crisis. Ajuria señala, en todo caso, que la fiscalidad de Bilbao es progresiva "lo que en sí ya implica una atención al que menos recursos tiene".

En cifras, esto significa que no paga lo mismo un vecino de Abando, cuya cuota de recibo de IBI ronda los 1.100 euros, frente a un residente en el Peñaskal en cuyo caso pagaría 5,45.

La concejal de Hacienda, Marta Ajuria, insiste en que "Bilbao es la capital del Estado con menor presión fiscal por año y habitante". De hecho, el recibo medio en Bilbao del IBI, que es el impuesto más importante de los contribuyentes, es de 150 euros, en función del valor catastral, es decir, de la capacidad económica del contribuyente.

La concejala recuerda que precisamente para ajustar de manera proporcional este impuesto, en 2016 se revisaron los valores y se procedió a su actualización. "Estaban desfasados ya que hacía 30 años que no se hacía una revisión y la ciudad había ido cambiando y transformándose pero los valores no se habían adecuado", apunta.

Fruto de aquel trabajo se volvieron a establecer las categorías de las calles de la ciudad y se arbitraron los baremos que después se cotejan para fijar los impuestos.

En estos momentos hay siete categorías de calles y, en función de su ubicación y servicios, se calcula la tasa de basuras, ocupación de espacio público (terrazas) IAE y la tasa de apertura. Así, a la hora de definir qué es una calle de primera categoría o de siete se toman referencias entre las que se tiene en cuenta si tiene boca de metro, centro de salud próximo..., es decir, una serie de elementos que sirven para fijar el baremo de cobro.

Con respeto a la recaudación por impuestos, el porcentaje de recaudación menor es el que corresponde al impuesto de construcción.

Sin embargo, y pese a la situación de crisis los sectores más afectados como pueden ser comerciantes y hosteleros, han cumplido con sus impuestos con normalidad. Tiene su explicación, según señala Ajuria, porque el IAE solo lo pagan aquellas personas con un volumen de negocio superior a dos millones de euros con lo que afectaría a las grandes cadenas, mientras que al pequeño comercio o hostelero no le repercute. Y, "en el caso del IBI solo lo pagas si eres propietario y muchos son alquileres, por lo tanto a nivel municipal no tienen tanta carga fiscal". Según Ajuria, "otra cosa es en el caso de aquellos hosteleros que han querido poner una terraza y por tanto sí tienen que pagar una tasa, pero en el programa Bilbao Aurrera ya se tomó la decisión de que solo iban a pagar el 25% y se les otorgaba el doble de espacio, de manera que a nivel municipal no tienen una gran presión de impuestos".

Congelación 2021

No obstante, atendiendo a la situación actual, el pleno del Ayuntamiento aprobó la congelación de los impuestos y tasas para 2021 lo que supondrá una detracción de 2,8 millones de euros para las arcas municipales, aunque para la concejala esto "no repercutirá en los servicios que se prestan al ciudadano". Según Ajuria, el gobierno municipal, a la hora de decidir la propuesta sobre las tasas e impuestos, atiende a las circunstancias de cada período y recuerda, en este sentido, que en 2008 también se decidió congelar impuestos como el IBI y, la última vez que se congelaron los impuestos, fue en 2017. "Trabajamos en función de la realidad de cada momento", apunta.

Todo ello no es óbice para reconocer que, en esta ocasión, el Ayuntamiento de Bilbao se enfrenta a una situación totalmente diferente con caídas en la recaudación del territorio del 20%, lo que obligará a las arcas a repensar los presupuestos para mantener todos los servicios y no parar las inversiones.

Ajuria explica que "hasta ahora el Gobierno municipal podía compensar una disminución de dos millones de recaudación sin mucha dificultad incorporando una venta, pero ahora, a la disminución de la recaudación en ingresos propios, en 2021 tendremos que sumar también la disminución de la aportación a devolver a Udalkutxa".

Impuestos

Son pocos los recibos que Bilbao tiene pendientes de cobro. En vía ejecutiva se recauda el 4,3% de los impuestos no pagados en el periodo voluntario, lo que sitúa en un 99,3 el cobro total de los tributos. Ajuria explica que "en ese proceso de recaudación hay un momento en que hay recibos que hay que darlos de baja porque corresponden a contribuyentes insolventes, lo que representa un 0,5%. Así solo quedaría un 0,2% de recibos en tramitación".

Facturas

Desde el pasado 29 de junio, las facturas superiores a 3.000 euros, una vez que las reciben el Área, se fiscaliza y el interventor la contabiliza, se paga. Hasta ahora solo se cumplía este plazo con los importes inferiores a esta cantidad. Así, el plazo no suele superar los 14 días.

"Aunque los bilbainos están pagando sus recibos como otros años, en 2021 congelaremos los impuestos y tasas"

"Bilbao es la capital del Estado con menor presión fiscal por año y habitante"

Concejala de Hacienda