L antiguo lavadero construido en 1889 en la calle Barrainkua es hoy un moderno lugar de encuentro para los vecinos de Abando. "Los usos de este singular edificio han cambiado en estos 120 años de historia pero sigue fiel a su vocación de servicio a la ciudadana", señaló el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Después de dos años de obras y una pandemia, ayer abrió sus puertas aunque no será hasta septiembre cuando funcione con todo el esplendor que le permite su reformada estructura.

Aburto visitó el edificio acompañado por la concejala de Atención y Participación Ciudadana, Oihane Agirregoitia; el concejal de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza, y parte de la corporación municipal, entre los que se encontraban la portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, y el edil del Partido Popular Carlos David. Para el alcalde, la inauguración de este centro cívico es la constatación de que "avanzamos en nuestro objetivo de dotar a los vecinos y vecinas de Bilbao con equipamientos de proximidad, que ofrezcan nuevos servicios que se adaptan a las necesidades actuales y donde disfrutar de una oferta de servicios culturales y de ocio, sociales, en algunos casos deportivos, administrativos, de atención y participación ciudadana".

El nuevo equipamiento ha sido muy demandado por los vecinos del centro de la villa que se quejaban de no poder disfrutar, como el resto de bilbainos, de un lugar de reunión en el que realizar algunos de los numerosos cursos que ofrece el Ayuntamiento. "Teníamos todo listo para poner en marcha de nuevo este centro en abril, pero la crisis sanitaria nos ha obligado a esperar un poco más", según señaló el alcalde.

En estos dos últimos años algunos vecinos hacían uso de sus instalaciones, aunque solo para realizar labores administrativas. De momento, las asociaciones pueden realizar reuniones en un centro que también puede albergar actividades municipales, siempre bajo un protocolo sanitario que permita hacer uso de las instalaciones en condiciones adecuadas al momento. Será en septiembre cuando, según el sentir del alcalde, "podamos recuperar todos los espacios y reanudar servicios y actividades, como el del Hargune, el aula de estudio, el gimnasio o la sala de exposiciones, con una vidriera que la convierte en uno de los espacios más especiales de las remozadas instalaciones.

El edificio conservado la fachada y la vidriera original, así como su vocación de servicio. Si fue lavadero en 1898 atendiendo a una petición de los vecinos de la zona, llamada entonces La Perla, ahora también satisfará las necesidades del barrio, con unas instalaciones modernas, funcionales, eficientes y accesibles para todos.

Para realizar las obras el Ayuntamiento ha invertido más de cuatro millones de euros que dotarán de 2.000 metros cuadrados a los vecinos de Abando-Indautxu. El edificio cuenta con seis plantas que albergan diferentes usos. En la planta -1 hay un salón de actos con capacidad para cien personas, dotado con almacén y camerinos. En esta misma planta hay una sala de exposiciones de 102 metros cuadrados, construida a doble altura y que mantiene como techo la vidriera original del edificio.

La planta baja cuenta con un importante espacio libre y diáfano que sirve de vestíbulo y acceso al resto del edificio. Además, en este espacio se ubica el servicio de Atención Ciudadana del Distrito, el espacio destinado para los conserjes y la zona para Bilbaoclick.

La primera planta alberga el espacio destinado al programa municipal Haurgune, de actividades y talleres destinados a los más pequeños. La segunda planta ofrece espacios de trabajo de las áreas de Cultura y Atención y Participación Ciudadana y una sala donde está ubicada la Fundación Blas de Otero.

La tercera es la planta dedicada a la sala de actividad física, con vestuarios masculinos y femeninos. El espacio restante estará ocupado por otra sala, en este caso, polivalente, que con tabiques móviles, permite la posibilidad de acoger diferentes usos. La cuarta planta está ocupada por una sala de estudio, una segunda sala destinada a talleres y una tercera que albergará usos polivalentes.

La última planta de acceso público reúne el salón del Pleno de Consejo de Distrito, una sala para la sociedad El Sitio y otra para el desarrollo de talleres municipales.

"Avanzamos en nuestro objetivo de dotar a los vecinos de Bilbao de equipamientos de proximidad"

"En 120 años los usos han cambiado, pero el espacio sigue ofreciendo un servicio ciudadano"

Alcalde de Bilbao