Bilbao - La maniobra de giro flotando sobre el canal de Deusto que efectuará hoy la estructura central del segundo puente de la isla de Zorro-tzaurre se prolongará durante un total de cuatro horas. Un operativo que ayer la dirección de obra decidió adelantar a la mañana de hoy en lugar de por la tarde como estaba previsto.

Según indicaron fuentes de Visesa, la sociedad pública dependiente del Gobierno vasco y responsable del tendido del viaducto, "el adelanto de la maniobra de giro se ha decidido adelantar para contar con más tiempo de margen de cara al asentamiento definitivo de la estructura en los apoyos de las orillas".

El anticipo del volteo de 90 grados permitirá que puedan presenciarlo en parte tanto el consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, como el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto. Ambos se desplazarán a la zona sobre las 10.30 horas para ver in situ el proceso de instalación y para explicar las características del puente y la importancia de su utilidad futura para la isla de Zorrotzaurre y para el barrio de San Ignacio.

La modificación en el tiempo no varía nada los planes en su conjunto y que ayer ejecutaron su segunda fase sin ningún contratiempo. Con un tiempo climatológico excelente, ya que el viento se movía muy por debajo de los 40 kilómetros por hora estipulado como límite máximo, poco antes de las cinco de la tarde se procedió a iniciar el traslado de la estructura blanca hasta las dos plataformas o pontonas que permitirán su traslado flotante.

La pleamar alcanzó ayer su cenit a las 18.45 horas y permitió que las cubiertas de las dos embarcaciones sin motor se fueran colocando a ras del muelle para el traslado del cuerpo central de viaducto. Como estaba previsto, la velocidad del movimiento fue casi de caracol. Cuatro carros tractores, con media docena de ejes y 24 ruedas, ubicados debajo de cada esquina del tablero fueron los encargados del peculiar embarque. El lento movimiento fue apoyado en todo momento por dos grúas de alto porte ubicadas en el muelle a ambos lados de la estructura.

Poco a poco y con mucha precisión, el corto viaje se fue dilatando durante hora y media hasta que finalmente toda la estructura de algo más de 60 metros de largo se apoyó sobre las dos pontonas.

El ligero hundimiento de la línea de flotación de las plataformas era una muestra del elevado peso de la estructura. Las diferentes piezas que la conforman, y que fueron ensambladas a los largo del otoño pasado en el mismo muelle que abandonó ayer, suman un total de 320 toneladas.

Una vez ubicada en el lugar previsto, los operarios se dedicaron a amarrar la gran pieza blanca con los dos arcos que le aportarán un aspecto ligero. El aseguramiento es de gran importancia ya que, como si de una letra H mayúscula tumbada se tratara -donde las pontonas son las rayas verticales y el puente la horizontal-, todo el conjunto tiene que estar bien armado como una sola pieza para la escueta travesía que ha de enfrentar hoy.

Un traslado flotante que será controlado desde tierra usando unas gruesas cuerdas o estachas amarradas a las pontonas y que permitirá efectuar la mencionada maniobra de viraje para posteriormente ubicar el puente en paralelo a su ubicación definitiva. Con la subida de la marea de esta noche, que culminará a las 19.18 horas, se colocará la estructura por encima de los arranques de los estribos para que, una vez se inicie la bajada del nivel del agua se deposite poco a poco en los mismos.

La maniobra será muy delicada ya que tan solo se tiene un centímetro de margen para asentar el viaducto en los cuatro puntos de apoyo (dos por orilla). Una vez concluido el posado se procederá a su asegurado utilizando cuatro grandes pasadores entre el puente y los estribos sobre los que se habrá apoyado. El puente quedará totalmente seguro varias semanas después una vez concluya las soldaduras que compongan el nuevo puente ya en su integridad.