BILBAO - La recuperación de los locales liberados en la antigua estación de La Naja, donde en un futuro próximo abrirá un gimnasio, según dio a conocer el Ayuntamiento de Bilbao, supondrá además dar luz verde al proyecto de Área de Planificación Urbana que pretende unir Ripa con La Merced a través de un paseo peatonal. La firma guipuzcoana BPXport prevé abrir el centro deportivo a mediados de 2020, lo que conllevará la creación de un hall amplio y luminoso, paso previo a la conexión por las márgenes de la ría.

El pleno ordinario aprobó ayer definitivamente la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao así como la modificación del Plan Especial de Rehabilitación del Casco Viejo que permiten el cambio de uso a equipamental. En realidad se trata de un trámite con Costas, que dará luz verde al proceso y permitirá a los propietarios la apertura de un gimnasio en los bajos de la antigua estación de La Naja.

Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, señaló que el Ayuntamiento gana con este cambio de uso porque los propietarios se encargarán de la urbanización de este espacio. Además, aunque la normativa establece que debe producirse una cesión de solo 130 metros cuadrados de zonas libres, esta superficie fue ampliada hasta los 600 metros cuadrados. Esto permitirá al Consistorio resolver el tapón que existe ahora entre Ripa y el Muelle de Siervas de Jesús y así continuar con la pasarela peatonal hasta el puente de La Merced.

Propuestas Para ello se han barajado diferentes propuestas durante el tiempo en el que se encuentra cerrado el paso al público por medidas de seguridad.

Según explicó Abaunza una de las medidas barajada fue la creación de un puente voladizo que salvara el tramo de ribera. Sin embargo, los estudios de la autoridad marítima desaconsejaron esa opción, que no parecía segura por el riesgo de inundaciones. Otra opción planteaba salvar el tapón mediante un ascensor que pasara por encima del paseo de la ría en ese punto.

La propuesta definitiva llegó de la mano de los propios inversores que están dispuestos a ceder 600 metros de superficie al Ayuntamiento en el muelle de Ripa. Gracias a esta donación de espacio, el Área de Planificación Urbana podrá realizar un hall de acceso al paseo que tendrá una anchura de tres metros y llegará hasta los soportales de Uribitarte, que ahora mismo están cerrados mediante una verja.

Abaunza adelantó la posibilidad de generar un espacio de cinco a seis metros de anchura y con iluminación para eliminar lo que era un punto negros. Además el techo contará con un óculo que permitirá la entrada de luz natural en ese espacio. El Área baraja también la posibilidad de instalar un ascensor en Bailén, donde las actuales escaleras constituyen un punto negro.

Salvado ese tapón, la idea del Consistorio es dar continuidad al paseo peatonal. Este será un segundo paso porque antes el Ayuntamiento tiene que ponerse en contacto con los propietarios de los locales situados en los soportales de Uribitarte. Abaunza señaló que, salvo en los dos últimos, no hay actividad, pero que son usados por sus propietarios como pequeños trasteros.

Desde que la estación fue cerrada, la ubicación y la estrechez del paso, condicionan la posibilidad de habilitar esta zona como un paseo continuo, por lo que esta operación ofrece la esperanza de conectar desde San Antón con Zorrotza, un paseo de algo más de cinco kilómetros por la ribera izquierda de la ría.

Los propietarios de la antigua estación quieren abrir el gimnasio a mediados de año y, según el concejal, “ellos mismos están interesados en que se cree el hall y la zona queda iluminada y segura”. El siguiente paso serán las expropiaciones y la construcción de la nueva pasarela. “Nos va llevar tiempo, pero queremos que se haga durante el presente mandato”.