BILBAO. Time Lapse de la construcción de la nueva Termibus.

La nueva Termibus, cuyo nombre oficial será a partir de ahora Bilbao Intermodal, funcionará casi como la terminal de Loiu, ya que, como principal novedad, incorporará una línea de tornos para controlar el acceso de viajeros a la zona donde subirán a los autobuses. Además, superará en número de pasajeros, más de siete millones al año, a los casi seis millones con que terminará este ejercicio la terminal de La Paloma, e incorporará un estacionamiento para vehículos en las mismas instalaciones. 500 parcelas de aparcamiento en dos plantas por debajo del nivel donde se han habilitado treinta dársenas de autobuses que tendrán carácter rotatorio y que estarán abiertas a todos los conductores. Una situación de gestión idéntica a la que tiene el cercano estacionamiento, también subterráneo, de Torres Quevedo.

La principal novedad, a la que se tendrán que acostumbrar tanto usuarios como acompañantes, es que no se podrán despedir a los viajeros a pie de autobús. Una línea de tornos, similar a la existente en La Paloma antes de acceder a las salas de embarque, permitirá pasar solo a los pasajeros que tengan un billete con código QR, que expedirán las compañías de autobuses regionales e internacionales, o usen la tarjeta Barik que portan los clientes de las líneas de Bizkaibus, las cuales seguirán operando en la nueva terminal. En principio, los usuarios tendrán que pasar el torno entre diez y quince minutos antes de que parta su autobús.

Los bilbainos que quieran conocer las instalaciones el miércoles y el jueves próximos se darán cuenta de que aún resta mucho trabajo por ejecutar. Aburto pidió ayer “más paciencia” a los vecinos de Basurto y a los usuarios, ya que “hasta dentro de un año las obras no estarán finalizadas totalmente”. Por ejemplo, aunque todos los servicios de la estación de autobuses estarán disponibles, de la plaza generada encima solo podrán ser utilizados la mitad de sus 7.500 metros cuadrados. El resto de superficie estaba siendo acotada ayer para convertirla en zona para acopiar material y maquinaria que permita concluir las obras del edificio en forma de L, cuya estructura externa ya está concluida.

Tres accesos para los usuarios

Eso sí, el espacio disponible permitirá utilizar los tres accesos que dan paso a las dependencias bajo superficie. El principal estará ubicado en la misma plaza, en los bajos del edificio, en su zona izquierda según se mira desde la calle Luis Briñas. El segundo será un acceso directo desde el intercambiador de la estación de San Mamés, punto de encuentro de Metro y Renfe Cercanías, a través de un nuevo pasillo y sin necesidad de salir a la calle. El tercero, tendrá carácter restringido para los servicios de autobuses que circulen de madrugada.

Además, una semana después de que Bilbao Intermodal entre en funcionamiento, el estacionamiento de vehículos también estará disponible, con dos plantas a las que se llegará desde dos entradas independientes ubicadas en la zona de plaza disponible y sin necesidad de pasar por la instalaciones de la terminal.