BILBAO - El cambio climático centró ayer el primer debate de las proposiciones presentadas por los grupos municipales en el Ayuntamiento de Bilbao y cerró la sesión casi diez horas después. El alcalde, Juan Mari Aburto, aseguró que “Bilbao va a ser un agente activo en la lucha contra el cambio climático porque la calidad de vida de la ciudadanía es lo que más nos preocupa”. Se mostró dispuesto a seguir trabajando para mejorar esta situación pero “sin posicionarse de antemano ni alarmar a la ciudadanía porque tenemos una buena calidad del aire y una buena calidad de vida”. El concejal de Movilidad y Sostenibilidad, Alfonso Gil, aseguró que “no está tomada la decisión de restringir el tráfico en el centro de Bilbao porque no hay alerta medioambiental; en caso de que la hubiera, se tomarían medidas trascendentales”. Lo que sí está en marcha es un Plan de Adaptación al Cambio Climático o un Plan de mejora de la Calidad del Aire con medidas concretas. El cambio climático es un debate que ha bajado a ras de tierra para plantear medidas concretas que protegen la calidad del aire. Hoy mismo, una huelga a nivel mundial reivindica la necesidad de tomar acciones contundentes.

En el primer pleno del mandato celebrado ayer, el debate sobre esta cuestión volvió a plantear la necesidad de hacer un Bilbao Central con 280 hectáreas con restricciones en el centro de la Villa. Fue el grupo Elkarrekin Podemos el que presentó la propuesta con la que de forma premeditada se estrena en el hemiciclo municipal. La portavoz Ana Viñals dijo que “hay que ponerse manos a la obra ya mismo para frenar el cambio climático” y censuró que se esté “esperando a que surja el problema para solucionarlo”. También defendió que su proposición “no es ninguna ocurrencia mediática o copia barata madrileña”, en relación a Madrid Central, sino que proponen “implementar un proyecto de restricción del tráfico en el epicentro de nuestra ciudad, lo que se denominaría Bilbao Central”.

Este proyecto, que tiene como objetivo “lograr una ciudad más sana, viva y acogedora”, comprendería 280 hectáreas “del corazón de la ciudad, incluyendo los barrios de Indautxu, Abando, Casco Viejo y San Francisco, en el que el tráfico estaría restringido, favoreciendo al peatón, la bicicleta y el transporte público, sin afectar eso sí, al vecindario o a los trabajadores que utilizan un vehículo para moverse en esta zona”. Esta área, precisó, se convertiría en “una zona real de bajas emisiones y en un pulmón en pleno corazón de Bilbao”.

La propuesta fue rechazada por el equipo de gobierno con el apoyo de los votos del Partido Popular.

Buena situación de partida “Hemos dado pasos para que la ciudad se encuentre en una posición de partida muy buena respecto a calidad del aire y también a la situación del tráfico por un buen transporte público en la ciudad”, señaló el alcalde de Bilbao. Por este motivo no cree necesario posicionarse con respecto a si se debe o no prohibir el tráfico. “El centro tiene una comunicación extraordinaria por transporte público. Tenemos metro, tranvía, bicis, autobús y más del 65% de los desplazamientos se hacen a pie. Tenemos una ciudad muy manejable. No tenemos una concentración de tráfico y la calidad del aire es buena. A medida que vayamos mejorando y demos los pasos que queremos dar como son potenciar el uso de la bicicleta, que la gente se desplace andando y potenciar transporte público, el tráfico por sí mismo se irá restringiendo, con lo cual iremos analizando en cada momento qué hay que hacer”. El concejal de Movilidad y Sostenibilidad aseguró en este mismo sentido que el PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible) incluye esta medida pero “no está tomada la decisión” porque “no hay una alerta medioambiental”, y, de haberla, el gobierno municipal de PNV y PSE “tomará decisiones trascendentales”.

El edil de EH Bildu Asier González se posicionó a favor de adoptar medidas contundentes porque “es evidente que la crisis climática está creando una preocupación entre la ciudadanía, que es cada vez más consciente de que hay que cambiar el modelo de ciudad” y, por lo tanto, consideró que, “frente a la pasividad de las instituciones, son necesarias soluciones”.

Desde el PP, el edil Carlos García dijo que su formación “comparte todas las medidas que se tengan que tomar para combatir el cambio climático”, aunque consideró la propuesta de Elkarrekin Podemos una medida “drástica” encaminada a “estrangular económicamente a Bilbao” y que “perjudica al comercio, a la seguridad de los vecinos, y al tráfico”. Para cerrar el debate, Aburto dijo que “me gusta que a Bilbao le copien”.