CON sombreros de copa, trajes hechos a mano, bastones con más de 100 años de historia? Los enamorados de las primeras décadas del siglo XX vivieron ayer un día inolvidable engalanados de pies a cabeza con indumentarias de hace un siglo. Fueron una treintena de ellos los que rindieron homenaje a esta época gracias al desfile Bilbao 1900 organizado por Fernando Botanz. Esta octava edición fue especial ya que por primera vez miembros de la asociación Luz y Color del 900 de Terrassa participaron en esta “fiesta popular” que acaparó la mirada de muchos curiosos que no dudaron en sacar sus teléfonos móviles para inmortalizar el paseíllo al igual que lo hicieron los turistas que transitaban por el Casco Viejo de la ciudad.

A las 12.00 horas, los participantes, ataviados con vestuario antiguo y acompañados por un txistulari, ofrecieron una estampa histórica recordando un momento de esplendor económico, cultural y social que vivió la villa. El acto inicial comenzó en la plaza de Santiago, a las puertas de la catedral con un aurresku de honor. “Partimos de este lugar como núcleo urbano donde nace la ciudad. Luego iremos por Bidebarrieta y pasaremos por el puente de El Arenal, que antiguamente se llamaba Isabel II hasta llegar al palacio de la Diputación”, explicó Raquel Rodríguez, recreadora histórica internacional y coordinadora del desfile que trabaja para importantes revistas históricas y que ha colaborado en conocidas series de televisión. “Nos contratan para decir qué vestuario de época pueden utilizar, el peinado... En el último proyecto que he trabajado ha sido en el libro de Los vascos en la Segunda Guerra Mundial y he sido la única mujer recreadora que ha colaborado”, contó mientras manifestó que se necesitan más asociaciones históricas en el País Vasco. Quien tampoco quiso perderse esta cita especial fue el fotógrafo José Pablo Pérez Gutiérrez que es “uno de los fotógrafos de recreaciones históricas más importantes” y que ha trabajado en campos de batalla.

A su lado, Josep Lluis de la asociación Luz y Color del 900 lució un traje de 1910. Acostumbrado a desfilar con trajes de época contó que antes de desfilar deben pasar por un casting. “Ahí nos dicen si nuestra indumentaria va acorde con la época. Tenemos el museo textil de Terrassa que nos orienta en el vestuario y cada vez que tenemos algún evento tenemos que pasar una prueba”, explicó.

Diferentes papeles Los protagonistas vivieron por unas horas en 1900 y cada uno representó un papel diferente. Militares, sirvientas, señoras de casa... Hasta uno de los vestidos que lució Kate Winslet en una de las escenas de Titanic se paseó por la villa. Todos y cada uno de ellos han sido confeccionados por las mismas mujeres que ayer participaron en el desfile y hay quien tiene hasta ocho trajes en su armario hechos a mano. Éste es el caso de María Dolores Farrel que incluso uno de sus ropajes ha traspasado la gran pantalla. “En este paseo estreno el último que me hecho. Me ha llevado un mes hacerlo”, comentó.

Edita Bombín se vistió de sirvienta y acudió a la cita junto a hermana Yolanda que iba de señora, su padre y su cuñado, que se estrenaban por primera vez. Ambas pasearon a dos baby reborn, cada una en un carrito inglés (uno de ellos de cuando Edita era pequeña), que los viandantes no dudaron en fotografiar. “Los trajes los he hecho yo a mano al igual que los que llevan los bebés. Llevamos cuatro años viniendo porque lo de antes nos gusta mucho más”, concluyó Edita.