Bilbao - La capital vizcaina sigue poniéndose la venda antes de que la herida del fenómeno okupa se infecte y adquiera más gravedad. El Ayuntamiento de Bilbao ha ampliado este mes el despliegue de su campaña preventiva contra la ocupación ilegal de vivienda a los barrios del distrito de Ibaiondo, es decir, Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala.

Según la última actualización del Inventario de la Vivienda Vacía realizado el pasado año, en la capital vizcaina existen 4.240 viviendas vacías, un 12% menos que en 2016. Destaca el dato de que en noviembre pasado, cuando fue presentado el informe, 2.495 de los pisos repetían con respecto a la lista realizada en 2016, por lo que se pueden considerar vacías a ciencia cierta. El informe indica que Ibaiondo, con 1.354 casos, junto a Abando, con otras 1.426 viviendas vacías, es el distrito donde más parque de pisos sin uso está registrado.

La iniciativa lanzada este mes consiste en la colocación de carteles informativos en el interior de los portales de los inmuebles de esta zona donde se informa que “en próximas fechas, personal del Ayuntamiento informará en su comunidad sobre la iniciativa para prevenir la ocupación de viviendas vacías”. El mensaje incluye un teléfono municipal que pertenece al Observatorio Municipal de la Convivencia, organismo que, junto al Área de Seguridad Ciudadana, protagonizan esta iniciativa surgida en un pleno celebrado en octubre del pasado año.

Entonces la oposición cargó las tintas sobre un fenómeno que desde el Partido Popular creían muy grave, pero que el entonces concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, minimizó con datos. Aún reconociendo que existían casos de ocupación ilegal, negó que hubiera organizaciones dedicadas a promover estas acciones y procurar pisos a gente desfavorecida que incluso paga porque les faciliten una vivienda para okupar, como ocurre en otras ciudades del Estado.

Campañas previas De todas formas, y como labor preventiva, se comprometió a lanzar una campaña informativa en los barrios donde más viviendas sin usar existen en la capital vizcaina. Fuentes del Área de Seguridad Ciudadana indicaron ayer que “ya se han desarrollado dos de estas campañas en Zorrotza y Atxuri y ahora se despliega en Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala”.

Además de utilizar un tríptico, miembros del Observatorio de la Convivencia informan personalmente a vecinos y presidentes de comunidades que lo requieran sobre qué acciones tomar.

La más importante es mostrar a los propietarios las opciones de alquiler que existen auspiciadas por el propio Ayuntamiento y por el Gobierno vasco. “Es una manera, no solo de evitar okupaciones ilegales, sino también de incentivar el alquiler”, indicaron fuentes municipales. También explican qué trámites realizar cuando una propiedad se queda sin herederos y pueda ser terreno abonado para los okupas.

Conscientes de que muchos propietarios no desean vender por diferentes razones, el Consistorio les invita a tomar medidas que eviten dar sensación de inactividad. Entre ellas se encuentran visitar de forma regular la vivienda, limpiar la suciedad acumulada, vaciar el buzón, regar plantas colocadas estratégicamente en la terraza o dejar las persianas levantadas para dar la sensación de que hay gente en el interior.

También informa de la opción de colocar puertas blindadas especiales que dificulten la entrada violenta o el reventón de la cerradura. Los vecinos también son un instrumento necesario para dar a conocer si se produce algún movimiento extraño en la comunidad porque, como recuerdan, los pisos más susceptibles de ser ocupados son aquellos que están en bloques en los que apenas vive nadie.

Por lo que se refiere al vecindario, por ejemplo, en la calle Zabala, la sensación que se respira es de tranquilidad. Karmelo Anakabe, presidente de la Asociación de Vecinos Zabala Berri, explicó a DEIA que “al menos hay una vivienda okupada, pero no es un problema que preocupe de momento en el barrio”. Aseguró que “no es algo que ande de boca en boca como ocurre con el incivismo existente en la plaza Doctor Fleming”, al referirse a los problemas existentes con la concentración constante de inmigrantes en este espacio.

Aun reconociendo que “en general es un fenómeno que va en aumento” el representante vecinal especificó que “al Ayuntamiento no le queda otra que prevenir al máximo” y recordó que “como informan ellos mismos, en las calles de Bilbao hay un promedio de 300 personas sin techo y pueden ser un caldo de cultivo para convertirse en okupas”.

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