BILBAO - El futuro de Bilbao pasa por ser una ciudad más peatonal, más sostenible, con una apuesta por la bicicleta y la recuperación de zonas verdes en la que se quiere que los vehículos pasen a un segundo plano. Para ello, una de las medidas que se va a adoptar es reducir el número de aparcamientos en los edificios de uso terciario, es decir, en las oficinas, lo que promoverá un mayor uso del transporte público. El pleno del Ayuntamiento de Bilbao dio ayer uno de los pasos más importantes en el urbanismo de una ciudad al aprobar de forma inicial el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que regirá el futuro de la villa. “Es el momento de poner los cimientos de la ciudad para los próximos 20 años”, señaló el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Y esta es precisamente una de las políticas urbanísticas que marcarán una de las líneas del futuro de la villa.

El documento que se aprobó ayer, aunque de manera inicial, será la columna vertebral del desarrollo urbanístico de Bilbao, pero afectará a todos los órdenes de la ciudad. Se pretende dar respuesta a las necesidades y demandas presentes y futuras en materia de ordenación urbana, regeneración y renovación de entornos urbanos, vivienda, actividades económicas, medio natural, equipamientos, nuevos espacios libres y zonas verdes, y servicios urbanos.

Según Abaunza, “nos enfrentamos a un nuevo reto porque Bilbao pasó de ser una ciudad industrial a una de servicios” y, ahora, “queremos pasar de la ciudad de servicios a la del conocimiento, una ciudad que sea capaz de atraer nuevas actividades económicas, de generar nuevos puestos de trabajo y ser más sostenible”. Para ello, es fundamental reducir el número de vehículos privados que transitan por la urbe. No se trata de prohibir los coches pero sí de ponérselo más difícil a los automovilistas para que la ciudadanía use el transporte público. Es por ello, que una de las cuestiones que recoge el nuevo documento es reducir el número de aparcamientos que se permitan construir en los edificios de oficinas.

Aunque haya buen transporte El origen de esta decisión está en el Plan de Movilidad. Las encuestas de movilidad realizadas en centros de trabajo muestran que la disponibilidad de plaza de aparcamiento (especialmente si la provee la empresa) condiciona en gran medida el modo de acceso al trabajo generando verdaderos cautivos del vehículo privado, independientemente de si en el entorno del centro de trabajo existe una muy buena oferta de transporte público.

El diagnóstico apuntaba que existiendo oferta de aparcamiento suficiente y gratuita el modo de desplazamiento es el vehículo privado independientemente de las mejoras que se realicen en transporte público, “ni aunque se regale el billete”, señaló Ion Ramírez, de Leber, ingeniería que ha realizado el diagnóstico de la movilidad. Por eso, esta es una de las asignaturas pendientes del Ayuntamiento que se regulará en el nuevo PGOU.

Hay que tener en cuenta que tres de cada cuatro personas que vienen a trabajar a Bilbao en vehículo privado disponen de plaza de aparcamiento en destino. Y, los desplazamientos en coche diarios a la villa se cifran en 180.000 y de estos, el motivo mayoritariamente es acudir al trabajo.