BILBAO - No es un político queda bien. Lo dice él y todos los que le conocen y eso le ha granjeado el respeto de los agentes, aunque también se ha metido en algún que otro lío. Tomás del Hierro, concejal de Seguridad Ciudadana, ha trabajado para hacer de la Policía de Bilbao agentes cercanos porque, según dice, es lo que reclama la ciudadanía.

Ahora la policía de cercanía es un modelo aceptado entre los agentes y valorado por la ciudadanía, pero no fue así en sus inicios. ¿Tuvo que hacer mucha ‘cocina’ para que hacer ese cambio no les hiciera sentir a los policías que su trabajo era menos profesional?

-Sí, pero los tiempos van cambiando. No es fácil que después de muchas generaciones trabajando un tipo de policía se le intente dar la vuelta a esa situación. Lo hemos tenido claro desde el principio, pero no está siendo fácil. A medida que van entrando nuevos agentes es más fácil redireccionarles a la policía de cercanía, pero con los más veteranos ha habido que hacer mucho trabajo porque si a un agente no le gusta lo que está haciendo, no lo va a hacer bien.

¿Se ha superado?

-Ahora están encantados. Además queremos que los ciudadanos participen en los planes de seguridad de la policía como hacen los british. Tardaremos tiempo, pero estamos poniendo ya las estructuras. Yo no lo voy a ver como responsable pero estamos poniendo la semilla para que la siguiente generación vea los frutos. Nos pasa a nosotros, pero también a la Ertzaintza. La desaparición de ETA ha supuesto mucho a las policías.

¿Cómo está articulada la policía británica para que sea un ejemplo?

-A través de los barrios. Y es lo que queremos hacer nosotros, primero a través de los consejos de distrito y después de los barrios. Hemos empezado ya con unos talleres en Otxarkoaga. Llevamos varias reuniones y después pasaremos a Rekalde y de ahí al resto. La idea es que a través de este proceso se trabaje más con los vecinos. Queremos que ellos participen en el diseño, que nos trasladen los problemas que ven, que no sean espectadores o meros clientes, que se impliquen. Nos costará mucho al principio, pero luego se irá haciendo. El modelo british tiene varios consejos en cada barrio e intervienen los vecinos y tienen un modelo de policía de cercanía muy próxima. Es diferente, no es lo mismo la policía anglosajona, pero queremos hacer un mix.

El legado que deja es bueno: menos víctimas en accidentes, muy buena percepción de los ciudadanos con respecto a la policía, no hay un porcentaje alto de victimización? Bilbao ha mejorado mucho, pero a veces da la sensación de que les cuesta reconocer los problemas que también existen.

-Bilbao ha cambiado muchísimo. Me acuerdo que en el año 90 había unos problemas tremendos. La droga estaba pegando fuerte en Bilbao la Vieja y en Otxarkoaga. No tiene nada que ver. Hoy en día no ocurre, o no tanto. Han cambiado los tiempos y la vida en general, lo que pasa es que no nos damos cuenta. Si revisa la hemeroteca puede recordar el malestar de los vecinos con el tema de la heroína. Hay que tener en cuenta que desde 2007 el Ministerio del Interior ha definido una zonas que se denominan las AUF (áreas urbanas funcionales) estando integradas por las ciudad y los municipios funcionales. El AUF de Bilbao viene a sumar 1.38.000 habitantes y eso también hay que tenerlo en cuenta. En ese baremo estamos en primera línea de seguridad.

¿Cuáles son los problemas, los delitos que más preocupan a la Policía de Bilbao?

-Es curioso porque la percepción que se tiene no es objetiva, no corresponde con lo que realmente está pasando. Por ejemplo, hay zonas en Bilbao que es donde más delitos se cometen y, sin embargo, la percepción de seguridad es buena. En todo caso la mejor percepción es de un 7,20 en Uribarri, pero lo mínimo en Ibaiondo es 6,6. Aun así, queremos que sea superior.

Si, una cosa es la percepción, pero me refiero a los delitos actuales que preocupan a la Policía.

-Hoy en día hay una serie de delitos que a nivel policial se denominan estratégicos como robos en pisos, robos con violencia e intimidación, hurtos.... Grandes delitos de sangre o tráfico de droga no hay, ni hay grandes mafias, eso es en el Mediterráneo. Estamos trabajando conjuntamente con la Ertzaintza. Luego tenemos otra serie de cuestiones como puede ser la venta ambulante o el botellón que son más bien problemas de convivencia.

En el pleno dijo que estaban investigando una trama que ocupa pisos y los alquila después por horas. ¿Les preocupa que lleguen este tipo de organizaciones?

-Lo estamos investigando, no decimos que ocurra con certeza. Es un problema todo lo que genera marginalidad. La explotación de la persona que menos tiene. Es un tema de sociedad, no solo de policía. De picaresca. Pero no es fácil y las cosas no se hacen así en este país.

¿El ruido es un problema verdaderamente serio?

- Ocurre una cosa curiosa con el ruido. No quiero que mi hijo vaya fuera de Bilbao a divertirse, pero tampoco quiero una discoteca debajo de casa. Y sobre el botellón, puede dar problemas de ruido y sí puede ser complicado, pero a los jóvenes les hemos enseñado nosotros a beber. Nos molestan los que toman potes baratos. En esto hay un fariseísmo absoluto. Y yo no le quito importancia.

Está en contacto con el Fiscal jefe de sala de Medio Ambiente.

-Y también con la Fiscal de aquí. Estamos mirando. Queremos actuar por la vía penal en cuanto a contaminación acústica.

Uno de los grupos de más vulnerabilidad es el de la mujer, ¿qué pasos se van a dar?

-Estamos haciendo una carta de victimización para protegerle aún más, detectando de manera temprana cuando hay un problema. Los vecinos nos podrían llamar, lo hacen a veces. Pedimos que todo el mundo que considere que hay un problema de trato vejatorio que nos llame.

¿Funciona bien la App ‘antitemor’?

-Hay 12.000 personas que ya se la han bajado. Me gustaría hacer un llamamiento para que se la baje todo el mundo. Ha habido alrededor de 200 llamadas, algunas de gente que la está probando. En un caso se detuvo a la pareja de una mujer acosada.

No han sacado la pulsera.

-Seguimos trabajando. Lo que sí estamos viendo que funciona es un botón. Solo apretar conecta con la policía sin tener el teléfono en la mano. Lo vamos a probar por última vez.