- A 934 metros de altitud, en las campas de Arimegorta, pertenecientes al término municipal de Zeanuri, destaca desde la lejanía, por su porte, envergadura y belleza, el tejo de Aginalde. El ejemplar, representante de una especie muy antigua y de crecimiento muy lento, fue declarado en 1995 Árbol Singular a proteger debido a su imponente tamaño ya que, en aquel momento y tal y como consta en el panel informativo instalado junto al vallado de seguridad que lo rodea, su tronco alcanzaba un perímetro de 4 metros, tenía una altura de 9 metros y la anchura de copa era de 11,5 metros.

En la extensa pradera que lo alberga hay otros 40 árboles de la misma especie, también de gran porte. De hecho, es la zona del Parque Natural de Gorbeia de mayor concentración y abundancia de tejos, y así se refleja también en su toponimia. Y es que el término hagina (tejo en euskera) aparece en los nombres de los cercanos refugios de Aginaldeformado por hagina más el sufijo alde que significa zona de; Aginarte compuesto por hagina más el sufijo arte, es decir, entre; o Agiñeta,que hace referencia a una agrupación de tejos.

Y con el objetivo de seguir favoreciendo el futuro de esta especie y su regeneración y crecimiento natural en las campas de Arimegorta, durante los últimos años se ha procedido a instalar vallados de madera en torno a 200 pequeñas plantas de tejo, que crecen así casi ocultas y protegidas del ramoneo del ganado y del ataque del jabalí. Es la Diputación Foral de Bizkaia la que se encarga de las labores de mantenimiento que requiere esta actuación y, tal y como indica la revista Gorbeiako Parke Naturala, recientemente han sido renovados los carteles cercanos a estos árboles y en breve se hará lo mismo con el cierre que rodea el tejo de Aginalde.

Además, Gorbeiako Parketxea-Centro de Interpretación de Gorbeia no duda en animar a visitar este bello paraje del término municipal de Zeanuri ya sea por cuenta propia o apuntándose a la visita guiada prevista para el próximo 19 de septiembre, una fecha elegida especialmente porque "teniendo en cuenta que los tejos de Aginalde y Aginarte son hembras, el otoño es una época bonita para poder verlos vestidos con sus frutos rojos", explican. Los asistentes tendrán así la oportunidad de conocer las características y singularidades de una especie arbórea autóctona que, en Euskadi, era "frecuente encontrar junto a iglesias y cementerios y que formaban parte de muchos rituales". Lo que mucha gente desconoce es que el tejo es un árbol mortalmente tóxico, menos el arillo rojo que recubre las semillas, y las leyendas cuentan que los guerreros vascones ingerían voluntariamente sus frutos para morir, cuando eran tomados prisioneros.

De una foto a un lienzo

Dada la importancia y singularidad del tejo de Aginalde, el estudioso y gran conocedor de Gorbeia Iñaki García Uribe incluyó una instantánea del ejemplar en su libro Bizkaia a la vista / Bizkaia begi-bistany que es un compendio fotográfico de Bizkaia dividido en 10 capítulos. Lo curioso es que "en alguna entrevista que me hicieron en diferentes radios, una persona que me escuchó se fue a comprar la obra a una librería de Bilbao", relata. La imagen del tejo de Aginalde, incluida en la página 138, debió llamar tanto su atención que "dibujó un óleo precioso que me hizo llegar, enmarcado, vía el actual alcalde de Trapagaran, Xabier Cuellar". A día de hoy, Iñaki García Uribe aún no ha tenido la oportunidad de "darle las gracias por el regalo", puesto que, a pesar del tiempo transcurrido, la autoría del cuadro "sigue siendo, al menos para mí, todo un enigma".

Y mágico es también el paraje de Zeanuri donde se encuentra, un enclave del Parque Natural de Gorbeia donde aún quedan muchas evidencias de la importancia que tuvo la actividad del pastoreo en la zona y donde se está apostando por crear un bosque natural de tejos que ponga en valor esta especie amenazada.