Han pasado más de veinte años desde que Ana Isabel Cabanillas escribiera una historia que ahora, a sus 43 años, ha decidido autoeditar y que vea la luz. Se trata del primer libro de esta etxebarritarra amante de la lectura y la escritura. Su novela, Bajo sospecha, mezcla “fútbol, prensa, drogas y amistad, que hacen un buen cóctel en esta obra que enganchará al lector desde el principio, tanto si es amante de los deportes, como si no”, comenta Cabanillas.Es la historia de “Roberto Godoy, un conocido futbolista del Estudiantes de Magallanes, club que lucha por alzarse con el campeonato liguero aquella temporada. Todo cambia el día en el que escucha por casualidad una conversación que jamás debió ser oída. A partir de ese momento, la idea de una posible corrupción en el seno de su entidad comienza a rondarle la mente, hasta que la trama se complica y surgen los primeros enfrentamientos”, describe.

Su afición por la lectura y el fútbol fueron lo que la llevaron a escribir. Tal y como recuerda, “el libro está basado en experiencias propias vividas durante mi etapa de futbolista, cosa que se refleja en determinados momentos de la obra, donde se reflejan situaciones y sentimientos de aquella época”. Y es que la etxebarritarra ha sido jugadora federada durante 21 años.

La historia la tenía escrita desde hace mucho: “Lo cierto es que el libro lo escribí cuando tenía 19 años y estaba estudiando para aprobar los exámenes de septiembre en la Facultad. Pero cogí papel y boli y me puse a ello. Nunca hasta entonces había escrito nada pero surgió la idea y fue ir entrelazando ocurrencias hasta dar con el desenlace final. Estaba totalmente enganchada a la historia y no paré de escribirla hasta que puse el FIN en el último folio”.

De aquel proceso recuerda que lo escribió casi del tirón, con bastante facilidad. Y es que “sinceramente, casi me ha costado más corregirlo ahora (han sido 4 correcciones), que escribirlo en su momento, sin ordenador ni Internet ni nada que se le pareciese”. Según lo iba escribiendo “no era consciente, simplemente dejaba que la idea fluyera y listo. A veces, por las noches, me venían frases a la cabeza que yo consideraba que eran tan perfectas, que me tenía que levantar de la cama para escribirlas y no olvidarlas al día siguiente”.

Siempre le ha gustado escribir y leer. Según cuenta, “de niña, leía todas las noches en la cama hasta que mi madre venía a obligarme a apagar la luz para dormir. A veces le hacía caso y otras, cuando la historia estaba interesante, la volvía a encender para leer a escondidas. Y cuando iba al dentista, como recompensa por haberme portado bien, siempre pedía un libro a la salida de la consulta. Los veranos eran para mí grandiosas oportunidades para devorar libros”.

El libro ha sido autoeditado, ya que “después de enviarlo a editoriales vi que la cosa no funciona así, de modo que me animé a la autoedición. Los chicos de Rubric me han ayudado un montón, y a mediados de diciembre tuve en mis manos el primer ejemplar de los 100 que sacamos. Lo cierto es que se han vendido muy rápido”. De momento, “se puede adquirir en las librerías de Etxebarri, en Hobbiton y donde Loli en San Antonio. También me lo pueden pedir a mí directamente, quien lo desee, se puede poner en contacto conmigo (https://anaisabelcabanillas.wordpress.com/). Asegura que nunca pensó ver su novela publicada. “Lo más bonito ha sido ver la metamorfosis que experimentó aquel manojo de folios para acabar siendo un magnífico libro terminado. Con eso, se ha cumplido mi objetivo y todo lo que venga después es un extra”.

Otra novela

Las ganas de escribir la han llevado a estar ya inmersa en su segunda obra. “Si bien es algo diferente, también se trata de una novela de intriga, en la que la protagonista debe ahondar en la verdadera historia de su vida en un momento en el que creía tener todo bajo control. Mezcla de secretos, amor, familia, entresijos y cómo no, un pequeño guiño al fútbol, en este caso, femenino”.

“El libro enganchará al lector desde el principio, tanto si es amante de los deportes, como si no”

Autora de ‘Bajo sospecha’