Basauri - Cuando comenzó a practicar tenis de mesa no imaginaba que ahora, a sus 42 años, estaría a punto de lograr la participación en Tokio 2020. Iker Sastre está a punto de lograrlo, está preclasificado para los Juegos Paralímpicos. Pero Sastre, que milita en las filas del Club de Tenis de Mesa de Basauri, no siempre ha jugado a esta disciplina. Como él mismo cuenta, "aunque siempre me había gustado, de niño nunca competí". Así, "empecé por casualidad, como muchos deportistas, cuando un día te invitan a probar seriamente en un club y quedas enganchado desde el primer día".

Y eso le ocurrió a Sastre, a quien en estos momentos disfrutar del tenis de mesa le aporta una motivación extra. El vizcaino sufre una lesión medular a consecuencia de un accidente mientras practicaba deporte. Tal y como recuerda, "fue en concreto haciendo surf". Sastre, al que siempre le había apasionado el deporte, decidió estudiar fisioterapia, y tras terminar la carrera "en verano me dediqué a surfear, pero en una ola caí de mala manera y la fuerza del agua me zambulló hasta el fondo, rompiéndome una vértebra".

Aquel mazazo resultó duro, pero Sastre es un luchador y lo ha demostrado también en esta otra etapa deportiva, la del tenis de mesa de alto nivel. Con una carrera de unos doce años dentro de este deporte minoritario, y "ocho al más alto nivel", su próximo reto consiste, sin duda, en ganar una de las plazas que dan acceso a Tokio. Restan "tres meses de competiciones en los que tengo que dar el resto pasa asegurar mi clasificación". A corto plazo, "el 30 de enero marcho a Egipto para buscar una medalla de oro y puntos de ranking que afiancen más mi clasificación". Ha logrado su ascenso en este deporte con constancia y dedicación, y gracias a tomárselo en serio "ahora mismo estoy en mi mejor momento", en el noveno puesto dentro del ranking mundial y preclasificado para los Juegos Olímpicos de deporte adaptado.

Al club basauritarra no hace mucho que ha llegado. Milita "desde esta temporada, aunque por competiciones internacionales no pude debutar hasta el pasado fin de semana". Llega a Basauri con la idea de "poder jugar en una categoría superior a la que estaba y pensando en mejorar mi nivel para Tokio". En su nuevo club espera sobre todo "rendir al más alto nivel y ayudar a mi equipo".

Sin duda, sus resultados en el tenis de mesa le avalan, con doce campeonatos estatales consecutivos, además de los campeonatos de Euskadi y Bizkaia. Por otro lado, "tengo varias medallas de oro en torneos internacionales en modalidad individual y un quinto puesto en mundiales y dos bronces en Europeos en la modalidad de equipos". Sastre compite en deporte adaptado, pero además, "normalmente el fin de semana, sábado o domingo juego liga regular contra personas sin discapacidad física".

Para mantener su alto nivel "entreno de lunes a viernes en períodos de competición". Algunos días incluso duplica sesiones "haciendo malabares para combinarlo con mi trabajo, y también con mi vida personal, que no es fácil", asegura. En este sentido, "he renunciado y sigo haciéndolo, a muchas cosas que me gustaría hacer y que no puedo, por falta de tiempo o porque físicamente estoy agotado y tengo que recuperar para entrenar al día siguiente".

En el deporte ha vuelto a encontrar "mi forma de vida, es mi día a día y mi motor de vida". Asegura que "me ayuda a mejorar y ser mejor persona, a luchar y a trabajar para conseguir mis sueños". Sastre destaca que habría que dar más visibilidad al deporte adaptado, "apostar por nuevos valores, dando más visibilidad se lograrán más recursos".