Ayer no hizo falta subir al monte para disfrutar de las setas, al menos en Galdakao, donde se celebró la 52 edición de las Jornadas Micológicas impulsadas por la Sociedad Micológica Peña Santa Cruz. El casco urbano, en la zona de Kurtzeko plaza, se llenó de estos otoñales frutos con una exposición en la que se pudieron ver variedades muy diferentes de hongos, desde comestibles hasta otros ejemplares no aptos para el consumo.

Con 52 años a sus espaldas, estas jornadas son sin duda un atractivo que en Galdakao se toman muy en serio y se notó, porque desde primera hora se creó ambiente por las calles. El sol ayudó también a que las y los galdakoztarras se animarán a salir y disfrutar de un domingo de lo más animado.

A las 10.00 horas comenzaron por un lado la exposición fotográfica sobre la historia de las Jornadas Micológicas, las más antiguas de Bizkaia, y por otro lado, el concurso gastronómico abierto a las escuelas de hostelería, txokos, asociaciones y particulares. En el ambiente se adivinaba ya un aroma a setas que animaba a tomarse un bocado. Además, junto a quienes participaron en el concurso, se encontraban integrantes de la Peña Santa Cruz, cocinando también un par de platos a base de setas. Y es que como cada año organizaron también el pintxo solidario, cuyos beneficios se destinarán a alguna causa noble.

Mientras tanto, en las mesas dispuestas para la ocasión, eran muchas las personas que se agolpaban en torno a estas para inspeccionar la muestra de setas. La exposición se completó con ejemplares recogidos por miembros de la Peña Santa Cruz, por integrantes de Fungipedia y también por escolares, que el día antes, el sábado, habían participado en la salida al monte para los centros de enseñanza de Galdakao para recoger setas y hongos en el Parketxe de Sarria. Precisamente entre los txikis se celebró el concurso interescolar de setas, aunque lo importante no era ganar si no disfrutar y aprender sobre la micología desde pequeños.

Custodiando las setas que habían recogido el día anterior estaban varios escolares de diferentes colegios. Dos de los txikis explicaron que “ayer no cogimos muchas setas pero nos lo pasamos muy bien en la salida al monte”. Otro, sin embargo, aseguró que “sí, cogimos unas cuantas”. Lo que quedó claro es que la afición setera del municipio tiene cantera.

También en Usansolo se celebraron las tradicionales jornadas del Txoko Umore Ona. En este caso, el sábado aprovecharon para salir al monte a recoger ejemplares para la exposición que colocaron ayer por la mañana en la calle Iturritxu. Además, en el txoko, se pudieron degustar verdaderas joyas culinarias elaboradas con maestría. Asimismo, se organizó una exposición de productos de baserris de la zona.

Un libro lleno de historia Hace dos años, la Peña Santa Cruz cumplió medio siglo de vida. Un largo recorrido poniendo en valor la micología y la cultura que tenía que tener su guinda del pastel. Y este año, dos años más tarde, cuando han cumplido 52 primaveras, han publicado el libro que recoge toda su historia. 50 años entre setas, título del libro en el que han colaborado varios miembros de la asociación galdakoztarra es también un intento por descubrir el mundo de la micología a las generaciones venideras y dejar constancia de esa rica historia que aún hoy, siguen haciendo en la Santa Cruz.

Ayer, aprovechando la celebración de las Jornadas Micológicas, volvieron a presentar el libro, en un salón de plenos del Ayuntamiento que se llenó para la ocasión. Después, fuera del Consistorio, empezaron a vender los ejemplares al precio “simbólico de 5 euros”, ya que la idea no es hacer dinero con el libro, “sino recuperar lo que nos ha costado”, declararon Alfonso Requero y Ángel María Ibarra, de la Peña Santa Cruz.

Tal y como contó Requero en relación al libro, “como íbamos a cumplir cincuenta años como peña, pensamos en qué podíamos hacer para celebrar una fecha tan especial”. Entonces pensaron que podía ser una “idea fantástica llevar la historia de la Peña a un libro”. Así nació la idea, que finalmente, ha culminado en un volumen compuesto por textos y fotos y que “es sobre todo un trabajo hecho con el corazón”.

Se trata de una publicación con un total de 12 capítulos para la que han utilizado más de 3.500 fotos y se han publicado en un principio 1.000 ejemplares. El libro recoge la historia de la asociación desde su origen hasta el espíritu de la peña, así como un largo recorrido por las Jornadas Micológicas. Por otra parte también incluye una sección con recetas gastronómicas a base de setas y se hace mención especial a la Seta Galdakanesa, la tan apreciada Amanita Rubescens.