Basauri - Sin duda, los Sanfaustos de este año están siendo muy especiales para Iraia Sánchez y Dogartzi Moreira. Ambos se han vestido el uniforme de alkates txikis de este año durante las fiestas de Basauri y tal y como explican casi en el ecuador festivo, “nos está gustando mucho la experiencia”. Y eso a pesar de que no paran ni un segundo, ya que tienen, pese a su edad, la agenda de lo más apretada.

Algunos de estos actos a los que tienen que acudir nunca los habían vivido de cerca, por lo que “está muy bien porque haces cosas que de normal en fiestas igual no solíamos hacer otros años”, comentan. A sus 7 y 8 años, respectivamente, estos dos niños basauritarras están viviendo una experiencia que con el tiempo recordarán como única, y es que más de un amigo ya les ha dicho que “menuda suerte tenemos por ser los alkates txikis”. También para sus aitas y amas están siendo unos días muy especiales, ya que además de pertenecer a Urbiko Lagunak, la cuadrilla que se encarga de pasear a la Eskarabillera este año, un privilegio ya de por sí, se ha sumado que sus txikis son dos de los protagonistas de los Sanfaustos.

Están siendo unos días “muy intensos” que, aunque serán inolvidables en un futuro, están pasando factura en lo que a cansancio se refiere, eso sí, “se hace con todas las ganas del mundo”, aseguran orgullosos. Precisamente por ser del Urbiko, tanto Iraia como Dogartzi son este año alkates txikis. En este sentido, cada San Fausto se eligen en base a la cuadrilla que lidera la bajada y se encarga cada día de guiar a la imagen de las fiestas por los distintos actos. “Como llevamos la Eskarabillera los del Urbiko, pues son peques de esa cuadrilla los que son alkates txikis y normalmente son los que más han trabajado ese año. Iraia y Dogartzi son de los que más habían currado, así que se lo merecían”, cuenta el aita de Dogartzi.

Siempre han sido del Urbiko Lagunak. Prácticamente desde que nacieron. Lo llevan en la sangre porque les viene de familia. Tal y como cuentan, “ser del Urbiko nos gusta mucho y de mayores también queremos hacer todas las actividades que hacen nuestros aitas y amas y toda la cuadrilla”. Desde muy pequeños saben que en Basauri eso es casi como una religión y estos dos txikis aseguran que “durante las fiestas la gente de la cuadrilla es como una familia, pasas todo el día juntos jugando y yendo a casi todos los actos”.

Cuando supieron que iban a ser los alkates txikis de este año “nos pusimos muy nerviosos pero a la vez muy contentos”. Y en esa misma línea están discurriendo sus fiestas, como una mezcla de ilusión, diversión y nervios. Ejemplo de esa mezcla de sentimientos fue su primer día, en el que ambos casi no podían articular palabra. Sin embargo, fue salir al balcón y “aunque había mucha gente debajo y estábamos muy nerviosos fue muy emocionante”, recuerdan.

En casa de Iraia, su amama le confesó que “estaba muy orgullosa” y en sus clases les han dicho que “menuda suerte tenemos y que les damos un poco de envidia”. Algo que les está gustando mucho es que “estamos todo el rato muy cerca de la Eskarabillera”. De las fiestas de Basauri, lo que más les gusta son la bajada, los juegos intercuadrillas, sobre todo “la sokatira” y las barracas.

Con tantos actos en la agenda de los dos alkates txikis, están “un poco cansados”. En el caso de Dogartzi, el domingo “tuve que ir al médico ya que tenía un poco de fiebre”, explica, lo que sin embargo, no impidió que antes participara en la procesión dentro del día grande de los Sanfaustos, cumpliendo con su papel de alkate txiki. Lo que tienen claro es que “esto lo vamos a recordar toda la vida y vamos a guardar todas las fotos que nos están haciendo para enseñarlas cuando seamos mayores”.