“Hoy vivimos en Euskadi el éxito de la alianza del sector público y privado”

La travesía ha sido compleja, peroBBK tiene ahora músculo para sumar fuerzas con la administración pública y otros agentes y dinamizar el tejido productivo.

¿Ha merecido la pena el camino, se han sentido castigados por el regulador al tener que dar pasos que igual no le correspondían por la solidez del proyecto bancario?

Critiqué en su momento la transformación de cajas de ahorros en fundaciones bancarias. El problema no era el modelo, eran las gestiones en la cajas de ahorros. Defiendo las cajas de ahorros, porque han sido unos muy buenos elementos, han hecho crecer a los territorios, han permitido invertir en empresas, han hecho obra social y además en sus primeras épocas atendían a clientes que no podía atender la banca. Los alemanes conservan la figura jurídica. Es cierto que nosotros, sin haber tenido nunca un problema como tuvieron otras cajas del Estado, afrontamos una norma que era un café para todos. Además, teníamos un tamaño muy importante que no nos permitía mantener el modelo de caja, como sí pudieron Ontinyent y Pollença por su reducido tamaño. Nosotros teníamos que crear la Fundación Bancaria. Pero lo más importante, mi sueño, era, como dije en la asamblea de 2014 que Al final mañana será como hoy. El sueño de recuperar la esencia de la caja se ha cumplido.

Esas decisiones comprometidas generaron debate, incluso hubo presión para la salida a Bolsa. ¿Cree que ha logrado ya convencer a todo el mundo?

Aquella decisión fue muy comprometida y al principio no era la salida a Bolsa, lo que se planteaba era hacer una operación corporativa por la cual se perdiese el control. Y el control es el control. En aquel momento, cuando el banco tenía necesidad de darse años porque venía de una fusión, la crisis financiera de 2008 todavía era latente y el riesgo reputacional de la banca tradicional era importante, todo invitaba a pensar que cualquier operación corporativa no iba a ser buena. Si volvemos a hoy, la Universidad de Deusto ha elaborado un informe que señala que si hubiésemos hecho eso habríamos tenido pérdidas de 2.000 millones de euros. Todo el mundo ha entendido que aquello fue una gran decisión y que nos ha traído al éxito que hoy tenemos.

El banco tiene independencia para dar sus pasos, sabiendo que detrás su accionista mayoritario puede dar respuesta a las decisiones que tome en el futuro. ¿Ha llegado en Kutxabank el momento de crecer?

Creo que sí. He conocido tres presidentes. Una primera presidencia con Mario Fernández, donde hizo un trabajo ímprobo, porque sólo él fue capaz de hacer una fusión de tres cajas de ahorros para conformar un banco. Luego tuvimos un segundo presidente, Goyo Villalabeitia, al que le tocó hacer un trabajo muy difícil, un trabajo muy oscuro, que era mejorar los ratios que tenía en 2014 para pasar a ser el banco que hoy conocemos, con recuperación de dividendo hacia sus accionistas. Hoy el tercer presidente, Antón Arriola, y el consejero Eduardo Ruiz de Gordejuela y, anteriormente, no me quiero olvidar de Javier García de Lurueña, les toca dirigir la entidad teniendo un gran colchón de capital. El requerimiento mínimo es un 11,4, sin embargo el banco tiene un colchón de capital muy importante. Es el primer banco en solvencia del Estado y está entre los tres o cuatro primeros a nivel europeo. El banco tiene independencia para hacer lo que tenga que hacer. Nosotros también tenemos capacidad de respuesta para apoyarle, no cuando vaya mal, porque el banco siempre va muy bien, es un banco buenísimo y está muy bien gestionado. Doy un 10 a todos los que han pasado por ahí, estoy muy orgulloso de todos.

¿Siente que se ha recuperado el latido que siempre ha estado detrás del crecimiento industrial, y económico de Bizkaia?

Hoy estamos viviendo el éxito la alianza público-privada, y también felicito a la Lehendakaritza por su iniciativa. Se está viendo cómo la unión de socios públicos y socios privados como nosotros puede ayudar a afrontar más inversiones y mejores inversiones. Por lo que hoy sí se está notando el latido que empezamos nosotros en el 2017. Últimamente las operaciones de Talgo y Ayesa están preparando un florecer de trabajos que veníamos gestando desde hace tiempo. Esto no son trabajos de dos días y se están viendo ya salir del horno y que están floreciendo.