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La farmacia de Barrika prestará ayuda en casos de vulnerabilidad social

El acuerdo entre el Ayuntamiento y el Colegio de Farmacéuticos refuerza la detección temprana

La farmacia de Barrika prestará ayuda en casos de vulnerabilidad socialB. U.

La farmacia de Barrika colaborará con el Ayuntamiento para detectar situaciones con problemáticas sociosanitarias. El Ayuntamiento de la localidad costera ha firmado un convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia para la detección de situaciones de vulnerabilidad social y sanitaria que puedan ser susceptibles de ser atendidas por los servicios sociales municipales tras su aprobación por unanimidad por parte del pleno municipal el pasado 26 de noviembre.

El convenio establece mecanismos decoordinación entre las farmacias y los servicios sociales municipales, consensúa pautas de intervención y abre la puerta a un trabajo conjunto más estrecho.

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Esta iniciativa pretende reforzar la detección temprana de problemáticas sociales que suelen pasar desapercibidas y que, gracias a la cercanía de las farmacias, podrán derivarse con mayor agilidad a los servicios públicos competentes. “Con este convenio se podrá llegar más y mejor a las personas que necesitan apoyo”, convirtiendo las farmacias en “aliadas fundamentales de los servicios sociales municipales, que son la puerta de entrada al sistema de recursos y prestaciones”, señala la alcaldesa de Barrika, Itziar Unibaso.

El acuerdo incluye diversas situaciones que pueden identificarsepor la persona encargada de la farmacia que informará y animará a estos usuarios a dirigirse a los servicios sociales. Así, por ejemplo, si la persona lo autoriza, la farmacia podrá solicitar una cita o establecer un contacto directo con los servicios sociales. Además, también establece actuaciones para las personas que cuentan con una escasa o nula red social y familiar de apoyo y que pudieran encontrarse en una situación de aislamiento social. Asimismo, se refleja el caso de personas con deterioro cognitivo, limitaciones funcionales, problemas relacionados con alimentación e higiene o que no cubren de forma adecuada sus necesidades. Igualmente, contempla la situación de familiares y personas cuidadoras no profesionales cuya intensidad o duración de los cuidados aportados los sitúan en situación de sobrecarga y riesgo de claudicación. Además, en casos de violencia machista o violencia intrafamiliar, se establecen diferentes formas de abordar la situación en función del problema detectado. Así, por ejemplo, cuando existe sospecha desde la farmacia, cuando la víctima lo verbaliza o cuando acude expresamente a la farmacia demandando ayuda. Por último, también se contemplan los casos de trato inadecuado o maltrato a personas mayores.