Tanto o más importante que la construcción de nuevas carreteras es que las que ya existen se mantengan en buen estado. La Diputación reforzará el próximo año un 40% el presupuesto destinado a la conservación de la red viaria del territorio, hasta alcanzar los 140 millones de euros, un importe superior al que se destina a la construcción de nuevos viales y que supone más de la mitad del presupuesto total del departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial.
Su titular, Carlos Alzaga, ha presentado este jueves en sede parlamentaria el detalle del proyecto de presupuestos del área para 2026, que ascenderá a 250,6 millones de euros tras verse incrementado en un 1,63%. El túnel bajo la ría, una de las grandes obras que se empezará a acometer el próximo ejercicio, tiene consignado, a través de Interbiak, únicamente 13 millones de euros ya que los trabajos que se ejecutarán serán todavía de poca envergadura. El tajo se comenzará a ejecutar desde el lado de Artaza, un lote que ya ha salido a licitación junto al número 3, y en breve saldrán los dos restantes. Las obras comenzarán con el vaciado de Artaza en el primer semestre de 2026 y se extenderán por fases hasta completar el conjunto del trazado subterráneo y los enlaces en superficie en ambos márgenes, con un presupuesto global de en torno a los 543,7 millones de euros.
El montante que se destinará tanto desde Interbiak como desde el propio departamento al mantenimiento y conservación de los 1.300 kilómetros de carreteras forales supera los 120 millones de euros, a los que hay que añadir otros elementos, como el dispositivo de vialidad invernal o la regeneración de firmes, que elevan ese montante hasta los más de 140 millones de euros. "Damos prioridad a la conservación sobre la construcción de obra nueva: que lo que tengamos esté a un nivel exquisito. Las carreteras no están amortizadas nunca, hay que seguir invirtiendo en ellas y la recaudación de peajes es inferior a esos 140 millones", ha destacado Alzaga.
Contratos de cinco años
La cifra supone un incremento de más del 40% respecto a este año. Hay varias causas. Por una parte, los contratos de conservación de carreteras, que se realizan para cinco años, no permiten, por ley, que se revisen los precios establecidos. Ello supone que hay que calcular, desde hoy, cuánto se va a pagar el próximo año, el siguiente y tres más. "Hay que hacer una prospección, que no siempre es fácil, del IPC y los costes salariales", ha indicado el diputado foral.
"Priorizamos la conservación sobre la obra nueva: que lo que tengamos esté a un nivel exquisito"
A lo que hay que añadir que todos los años se paga la misma cantidad -"seguramente estemos sobrepagando el año 2026 e infrapagando 2030"- y el incremento “muy importante” en el convenio del sector de la construcción. Además, cada vez hay más túneles en el entramado viario del territorio, "que tienen un mantenimiento muy complejo y costoso para aportar cada vez mayor seguridad a los conductores".
Experto en aves necrófagas
Enkarterri El presupuesto del departamento también incluye partidas para la conexión La Herrera-Malabrigo y la rotonda de Sopuerta, en Enkarterri. "Estamos empeñados hasta la médula en que la carretera que va de Balmaseda a Karrantza sea de primer nivel", ha asegurado. El proyecto, que se divide en cuatro tramos, ya está redactado, pero lo que más está retrasando las obras es cómo y cuándo ejecutarlas porque se trata de una zona muy naturalizada.
En el primer caso, el problema es el alimoche, en concreto su anidamiento, un elemento "muy complejo, ya que sus costumbres varían de un año para otro, puede venir o no venir, anidar en un lugar u otro, afectar a una parte de la obra o a ninguna... Todo ello hace que una obra que podría ejecutarse en 18 meses pueda extenderse a los 48", ha reconocido, hasta el punto de que se ha contratado un experto en aves necrófagas para coordinar los plazos de ejecución con el departamento de Medio Ambiente.
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