Cualquier compra deberá contar con su correspondiente factura en Bizkaia desde el 1 de enero de 2026: el café de la mañana, la compra en la tienda del barrio, los zapatos en oferta en un escaparate a la salida del trabajo, una reparación en casa, una cena, la compra de mobiliario en un pequeño comercio... La Hacienda foral completará el próximo año la implantación del sistema Batuz, en el que desde 2022 han ido entrando de forma gradual diferentes colectivos. Las últimas serán las entidades sin ánimo de lucro, algunas de las cuales instalan txosnas en diferentes eventos y fiestas, así como profesionales y empresas del primer sector, educación y servicios culturales; para el primer día del año todas deberán estar preparadas para emitir un ticket por cada servicio prestado.

El departamento de Hacienda ha sido el primero en presentar, este jueves, su proyecto de presupuestos para el próximo año, que ascenderá hasta los 164,3 millones de euros, con un incremento respecto al de 2025 de un 3%. Un montante que, en palabras de su responsable, Itxaso Berrojalbiz, estará destinado a cumplir dos de las principales líneas estratégicas de la Diputación, como son la lucha contra el fraude fiscal y el refuerzo de la asistencia a los contribuyentes para que puedan cumplir sus obligaciones tributarias.

Más de la mitad de ese presupuesto, en concreto 93,12 millones de euros, se destinará a gastos de personal, "el mayor activo de este departamento", un 2,09% más. En este sentido, Berrojalbiz ha destacado la incorporación de 46 funcionarios al área, para reforzar la atención durante la campaña de Renta y de los que una docena pasarán a atender las consultas telefónicas más especializadas, las denominadas de segundo nivel, lo que permitirá destinar menos dinero a Zugaztel (7,9 millones de euros) para que pueda ofrecer ese servicio de call center.

Sistemas informáticos

Los sistemas informáticos son el segundo pilar sobre el que se apoya el trabajo de Hacienda. "Si queremos estar en disposición de afrontar nuevos desafíos en la lucha contra el fraude fiscal o mejorar el nivel de asistencia al contribuyente necesitamos disponer de una infraestructura informática en constante evolución, capaces de adaptarse en tiempo y forma a las demandas que una Administración tributaria moderna como la nuestra requiera, incorporando para ello las últimas tecnologías", ha advertido la diputada foral.

Por ello, se han consignado 44,5 millones de euros al Plan Informático Foral. Con ellos se hará frente, por una parte, al despliegue definitivo de Batuz, que controla todas las actividades económicas para evitar el fraude fiscal y facilita el cumplimiento de las obligaciones tributarias a todos los contribuyentes. Y es que el 1 de enero entrarán en el sistema los últimos colectivos, lo que requerirá de "todos los recursos informáticos necesarios para tener un aplicativo a pleno rendimiento". Solo un ejemplo: cada vizcaino recibe casi 600 tickets de media al año, que se remiten a Hacienda para conocer qué ventas ha tenido cada empresa o autónomo.

También requiere de una dotación suficiente el mantenimiento de la sede electrónica, con la que se garantiza que todos los trámites tributarios se puedan realizar de forma on line. "Una Diputación moderna debe tener todos sus servicios disponibles en este canal, sin perjuicio de que sigamos atención personal a través de oficinas y teléfono", ha advertido.

Institución "solvente"

A preguntas de los partidos políticos, la diputada de Hacienda ha defendido que la Diputación es una institución "solvente", con "suficiente músculo financiero". En este sentido, ha explicado que la amortización y la emisión de deuda están en los mismos niveles, ya que "no tenemos necesidades adicionales de tesorería, contamos con suficiente remanente en el caso de que venga una necesidad sobrevenida a la que haya que responder, como pudimos hacer cuando vino la pandemia o la posterior invasión de Ucrania por parte de Rusia".

En concreto, en 2020 se pasó de un límite de endeudamiento de 1.200 a 1.500 millones de euros, como consecuencia de la covid, y de ahí a 1.830 millones en 2021, una cifra que se mantiene desde entonces. Berrojalbiz ha apuntado además que Bizkaia "siempre ha tenido margen de endeudamiento", ya que los ejercicios se han ido cerrando, por ejemplo el año pasado, con una deuda real de 1.605 millones. "Ante no tener una necesidad y por tener un músculo financiero y esos remanentes, amortizamos y generamos nueva deuda para mantener nuestros compromisos y límite de endeudamiento", ha subrayado. "Nuestra situación financiera nos permite hacer frente a cualquier situación extraordinaria con recursos propios y tenemos un margen de más de 200 millones de euros en el caso de que ocurriese una situación sobrevenida que afecte a nuestro territorio".

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50 millones para deflactación

Berrojalbiz también se ha referido a la deflactación del IRPF para el próximo año, que se situará en el 2% y supondrá un gasto de 50 millones de euros para las arcas forales. Se trata del ajuste que realizan las Haciendas en los tramos de ese impuesto para evitar que los aumentos salariales hagan que los contribuyentes paguen más impuestos, al situarse en tramos superiores, sin haber ganado en realidad poder adquisitivo debido a la inflación. Eso sí, a esos 50 millones de euros hay que añadir otros 83 millones de euros más derivados de que, tras la última revisión fiscal, las rentas inferiores a 20.000 euros no están ya obligadas a tributar IRPF.