Solo el 7,7% de los asistentes a la final de la UEFA eran mujeres
Organizar el evento tuvo un coste de 9,6 millones entre instituciones locales, RFEF y UEFA
Solo el 7,7% de las personas que entraron a San Mamés para presenciar la final de la UEFA Europa League que enfrentó al Tottenham y al Manchester United eran mujeres. Es una de las conclusiones de los informes y balances que las instituciones están elaborando sobre el evento deportivo, cuya organización tuvoun coste de 9,6 millones de euros entre las contrataciones que tuvieron que realizar la organización local y la propia RFEF y la UEFA.
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Alrededor de 55.000 ingleses desembarcaron en Bizkaia el 21 de mayo para asistir a la final que disputaron dos históricos de la Premier League y que finalmente coronó a los Spurs. Fue una cita histórica en Bilbao, que convirtió a La Catedral en epicentro del fútbol europeo durante unas horas. Aunque el Ayuntamiento de la capital vizcaina ya avanzó que su impacto económico multiplicó por diez la inversión pública, en una cita que movilizó a más de 85.900 personas en una estimación “conservadora”, todavía está por conocer el balance final que están elaborando las instituciones vinculadas a la organización del partido, incluyendo también a la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco.
Sin embargo, y a preguntas escritas de EH Bildu, la institución foral ya tiene sobre la mesa algún dato más. Uno de los que más llama la atención es la enorme diferencia entre los aficionados y aficionadas que asistieron a la cita deportiva, todavía más marcada entre los que entraron al estadio. En concreto, entre las 49.862 personas que asistieron al encuentro en San Mamés, solo había 3.839 mujeres, el 7,7%. En cuanto a la movilización ligada a la final, tanto dentro como fuera, el porcentaje se eleva algo más, hasta el 15,4%, aunque sigue siendo aún significativamente bajo: 13.233 mujeres entre los 85.930 aficionados.
También se reflejan los 9,6 millones de euros de gastos de la organización del evento deportivo, de los cuales 3,7 corrieron a cargo de la organización local (Gobierno vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao) y los 5,9 restantes a la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) y a la UEFA. A la cuestión de si se tendrán en cuenta otros gastos indirectos como los de seguridad, servicios de salud o limpieza, la directora de Competitividad Territorial y Promoción Exterior, Cristina Múgica, señala que todos los servicios de vigilancia, seguridad, limpieza, suministros de agua, asistencia sanitaria y urgencias “han sido englobados en el presupuesto del evento y contemplados en el estudio de impacto de los espacios UEFA”. Estos, prosigue, incluyen el estadio, su anillo perimetral y los filtros previos; las fan zones de Amezola y el Parque Etxebarria, y el espacio de encuentro de El Arenal.
La institución foral también advierte de que no está previsto realizar informes específicos. Y es que la coalición soberanista pregunta también por el trato que se le dio al euskera tanto por parte de las administraciones como por el ente organizador, y el lugar que ocupó el euskera en comparación con el inglés o el castellano. En su respuesta, la directora foral de Competitividad Territorial y Promoción Exterior señala que, en las comunicaciones que se dirigían al público local “se ha hecho énfasis desde un primer momento en que fuera bilingües, como por ejemplo la información de afecciones. También la campaña de comunicación local se realizó tanto en euskera como en castellano. En cuanto al público extranjero, admite, “y siendo ambos clubes ingleses”, la mayoría de la señalética de accesos al estadio o a los parkings de autobuses “fue realizada únicamente en inglés cuando el soporte era de pequeñas dimensiones y en inglés/euskera/castellano, en ese orden, cuando el tamaño del soporte lo permitía”. Por otra parte, añade Múgica, se instó a la UEFA para que en los diferentes espacios del evento, así como en los planos temáticos de información, “toda la toponimia fuera únicamente en euskera”.