La ermita de Triñe, en Forua, ha sido recientemente renovada para garantizar su conservación y mejorar su imagen exterior. El Ayuntamiento de Forua, comprometido con la preservación de su patrimonio, gestionó con las Fundaciones Gondra Barandiaran y Juan Telesforo de Arteche el capital necesario para que la parroquia ejecutara los trabajos.

Este edificio, símbolo arquitectónico e histórico del municipio, ha sido testigo de numerosas tradiciones y festividades, y continúa siendo punto de encuentro en eventos religiosos y comunitarios, como las fiestas de San Gregorio. El alcalde, Mikel Magunazelaia, destaca: “Para nosotros forutarrak, la ermita de Triñe es más que un símbolo, es un emblema del municipio… Triñe es memoria histórica de Forua, hoy más viva que nunca”.

Acciones

La actuación ha incluido saneo del revestimiento de piedra, limpieza, pintado, impermeabilización de muros y adecuación del campanario, preservando la autenticidad de la construcción original. El deterioro previo, agravado por el paso del tiempo y un incendio en un caserío contiguo, afectaba especialmente al tejado y a la estructura general.

En los próximos meses se continuará la reforma con trabajos de conservación del interior, donde se conserva un valioso retablo rescatado de la desaparecida Iglesia de San Juan tras el bombardeo de Gernika. Magunazelaia subraya: “Con estos trabajos conseguiremos que todas las ermitas del pueblo, la de Baldatika, la de San Cristóbal y ahora la de Triñe, estén en perfecto estado de conservación”.