EL trabajo para que todo luciera reluciente y milimetrado en la pasarela cuando el periodista Álex Sevilla dio la bienvenida a la pasarela del parque Arenatzarte arrancó mucho antes de esas 20.00 horas del sábado. Cerca de diez voluntarias de Soineko llevaban todo el día guiando a participantes y jurado. Y más aún, “para mí todo comienza a rodar a principios de verano, cuando se empieza a publicitar y se abre el plazo de inscripciones”, describió la presidenta de la asociación, Arantza Carro. Ellas son parte esencial del engranaje del concurso de vestidos de papel de Güeñes, que conmemoró su 65º aniversario con una gala retransmitida en directo vía streaming que abrió la colección de sus joyas históricas, volviendo a desfilar 18 de ellas, y las actuaciones musicales del grupo Demode Quartet.
Un patrimonio que representa la esencia e identidad del municipio, que se apoya en las redes sociales para darse a conocer, pero quiere seguir sustentándose en “la tradición”, explicó el alcalde, Juan Andrés Iragorri en una noche en la que Enkarterri rozó el pleno de premios en los primeros puestos. En la categoría infantil se impuso en la santurtziarra Cynthia Cubillo con su homenaje al El juego del calamar –en referencia al fondo marino y no a la popular serie–, cuajado de 5.000 piezas de papel. La comarca anfitriona copó el resto de las medallas de oro: Mariví Merino (Güeñes), triunfadora en la modalidad de corte y confección, tanto infantil como adulta, y Loli Sánchez (Zalla) con su colorido vestido que reproducía un tablero y fichas de parchís como campeona adulta en diseño.
Dado el alto nivel entre la veintena de aspirantes en total, “hemos tenido que deliberar”, reconoció Juan Antonio Andrade, presidente de la Asociación de Maestros Sastres y Artesanos de Bizkaia, integrante del jurado. Le acompañó el creador Borja Hernández, quien agradeció al concurso de Güeñes que despertara en él las ganas de dedicarse a la moda cuando participó allá por el año 2012 “sin saber prácticamente coger una aguja”. “Una persona me dijo que no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita y con lo poco que es papel, sacar brillo de forma que parezcan prendas comerciales... Cuando el material es más humilde es tal vez cuando mejor se demuestra el talento que pasa por aquí” elogió. Completó el panel de expertos que evaluaron los diseños Begoña García, profesora de costura en Enkarterri y también con experiencia previa en el concurso, quien animó “a continuar viniendo para que se mantenga en el tiempo”. Ella misma debutó con un tercer premio en la categoría infantil con un vestido confeccionado con papel pinocho.
Esta vez como espectador y para entregar uno de los galardones, regresó a Güeñes el diseñador Ion Fiz recordando que dos diseños suyos en papel desfilaron en Güeñes: “en 2008, con una base compuesta por papel de estraza y en 2010, realizado a base de papel de seda dorado con un toque rosado, muy fino que arrugamos y aplastamos para marcar unos drapeados”.
Y es que a lo largo de la trayectoria del certamen destacadas figuras de la moda han integrado el jurado. “Procuramos diversificar” sobre la base de que “sean personas entendidas en el arte de la costura y el diseño, como el mismo Ion Fiz, “Alicia Rueda, Mercedes de Miguel, Javier Barroeta, Los Hermanos Antxia y Eder Aurre”, entre otros referentes del sector en Euskadi, enumeró Arantza Carro.
Homenaje póstumo
El sábado, el momento más emotivo se vivió fuera de la competición, con el homenaje póstumo a Mila Marqués, una habitual del concurso de vestidos de papel, quien no pudo terminar la propuesta que su hija Naia paseó conmovida y ovacionada por el público. “Venía siempre desde hace nueve años. Desde el principio, enferma. Siempre nos ha transmitido muchísimo valor, positivismo y nos aseguraba que este certamen le daba vida, se convertía en terapia” hasta su fallecimiento “hace unos días”, explicó la presidenta de la asociación Soineko al borde de las lágrimas.
Un ejemplo de las relaciones que se forjan entre bastidores desde los primeros pasos del concurso. Si se conmemora el 65ª aniversario se debe a que la fecha se corresponde con “los primeros documentos gráficos que nos constan” del certamen, enmarcado en las fiestas. No obstante, “testimonios vecinales” hablan de que en 1959 y 1958 ya se elaboraban vestidos de papel. “Me acuerdo de ver de niña de envoltorios de chocolate Chobil o café Fortaleza”, evocó Arantza Carro.
El concurso corrió serio peligro de desaparecer en la década de los noventa. No lo hizo “gracias a dos o tres personas que perseveraron” y así se llegó a una refundación en la que se implicaron el Ayuntamiento y Enkartur y nació la asociación Soineko en 2005. Contaron con el asesoramiento de Roberto Comas, “escaparatista de El Corte Inglés en Madrid, nos ayudó a configurar el concurso, la pasarela, etc., ya que proveníamos de un espectáculo de pueblo, estuvo aquí varias veces antes de morir”. En agradecimiento, los premios de diseñadores y diseñadoras locales llevan su nombre.
A partir de ahí, “fuimos creciendo cada año un poco más y alcanzamos la categoría de internacionales, venía gente desde Amsterdam, Oslo o Londres”. Hasta 2019 “recibíamos un aluvión de solicitudes” que desbordaron a la organización. Tras el paréntesis de 2020 y 2021 por la pandemia “fuimos remontando poco a poco”.
En 2025, tanto el jurado de reputados expertos en moda “que conocen lo que es un atelier” como los espectadores aún “se quedan atónitos” ante la visión de las obras de alta costura de papel que recorren la pasarela en el marco incomparable del parque botánico y de arte contemporáneo Arenatzarte, junto al edificio consistorial.
“Te provocan la sensación de querer tocarlos porque no te acabas de creer que estén cosidos en papel”, ahondó la presidenta de Soineko. Las bases del concurso de Güeñes dejan bien claro que “se pueden utilizar muchas técnicas para darle cuerpo y forma, pero siempre en papel”. Se prohíben “grapas, celo, pegamento y elementos similares” y deben coserse a mano o a máquina”.
Un material “tan delicado” que ha provocado varios sustos a los participantes “antes desfilar o en el pase ante el jurado”, que se desarrolla unas horas antes del la gala. “Una diseñadora que había venido desde Valladolid había traído un vestido cosido de una sola pieza. Se le salió una terminación cuando iba a probárselo para presentarlo para que lo puntuaran y no hubo manera de arreglarlo, se le deshizo...”, describió la presidenta de Soineko.
Afortunadamente, no le ocurrió lo mismo a Mariló Uriarte, que levantó aplausos cuando salió a escena ataviada con un vestido plagado de fotografías suyas tomadas en sus treinta participaciones en el concurso. “¿Un aire al de Massiel en Eurovisión 1968? Puede ser, lo he elegido con esta forma porque me facilitaba poder coser las fotografías”, rió entre bastidores tras quitárselo.
Las creaciones vencedoras y las de aquellas personas que deseen donar las suyas engrosarán la colección que Soineko guarda en estancias del Ayuntamiento después de que una riada dañara en 2014 el edificio de Arenatzarte donde se custodiaban hasta entonces. Puntualmente se muestran en exposiciones y eventos locales como el arte que son.
Al detalle
1960
Primeras fotografías. Aunque las fuentes orales refieren que el certamen ya se celebraba en 1959 y hasta 1958 en fiestas de Güeñes, se conmemora el 65º aniversario porque los primeros documentos gráficos datan de 1960.
2005
Refundación. Tras una difícil década de los noventa, cuando casi desapareció, la implicación de Ayuntamiento y Enkartur y el nacimiento de la asociación Soineko propiciaron una edad dorada internacional con participación de creadores de Amsterdam, Oslo o Londres.
2025
‘Streaming’. El alcalde, Juan Andrés Iragorri, animó a compartir contenidos del certamen en redes sociales. Además, este año se ha estrenado la emisión en ‘streaming’ en una gala que contó con un mensaje de felicitación de la diputada general, Elixabete Etxanobe.