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Uso de animales para el entretenimiento: ¿maltrato o tradición?

A día de hoy varios municipios de Bizkaia utilizan animales vivos en sus fiestas populares y espectáculos

Uso de animales para el entretenimiento: ¿maltrato o tradición?Sokamuturra Ez

Las fiestas populares son las grandes protagonistas del verano en Bizkaia. Una tras otra se van sucediendo sobre todo durante la temporada estival llenando los pueblos del territorio de alegría, música y actividades de todo tipo. Todavía hoy muchas de las programaciones de estas fiestas incluyen espectáculos en los que se utilizan animales. Una práctica que desde hace años es objeto de críticas por parte de asociaciones animalistas y parte de la ciudadanía que denuncian el maltrato al que se somete a estos animales. Sin embargo, también hay quienes defienden su celebración como parte de la tradición y el patrimonio cultural.

A día de hoy, son varios los municipios vizcainos que todavía utilizan animales vivos para amenizar sus fiestas patronales u ofrecer espectáculos. Es el caso de Bilbao, que mantiene las corridas de toros en Aste Nagusia; Durango con el tradicional espectáculo 'zezenak dira'; Gamiz-Fika, Gatika y Abadiño celebra asto probak, zaldi probak e idi probak; y Getxo donde en las fiestas del Puerto Viejo la prueba de Sokamuturra es una de las protagonistas.

Maltrato y sufrimiento

Nagore Landa es miembro de la asociación Sokamuturra Ez, que nació en mayo de 2024 cuando un grupo de vecinos y vecinas de Getxo comenzaron a movilizarse contra la celebración de esta práctica. Desde entonces, han recogido numerosas firmas y han propuesto otras actividades para sustituir esta fiesta, pero por el momento no han logrado que se suprima de la programación. "Desde el ayuntamiento de Getxo nos han dicho que no es su responsabilidad. Tenemos la repuesta del área de Juegos y Espectáculos del Gobierno vasco que dice que se cumple con la normativa y la legalidad, y que se puede seguir haciendo", explica.

Desde la creación de la asociación han llevado a cabo varias protestas pacíficas, además de recogidas de firmas y venta de camisetas. Su actividad principal se centra en redes sociales y en una página web donde documentan sus avances. "A pesar que hay una tradición muy arraigada, hay mucha gente que nos está apoyando. Recientemente hemos publicado un reportaje fotográfico donde se ve claramente cómo están los animales, el babeo, las heridas, etc y a raíz de él hay mucha gente que ha cambiado de opinión porque no pensaban que era así", asegura.

Además, cuentan con testimonios e informes realizados por veterinarios que aseguran que los animales se agobian, sufren estrés y lo pasan mal en estos ambientes donde se los jalea y azuza. Aunque todavía no han logrado que el consistorio de Getxo elimine eta práctica de sus fiestas del Puerto Viejo, Nagore Landa asegura que "vamos a seguir en la lucha" y confía en que "para el año que viene no haya".

Cultura y tradición

Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, existe otra parte que defiende estas prácticas como parte de la tradición y el patrimonio cultural.José Antonio Uriarte es el presidente de los jueces de la Federación Vizcaina de Deporte Rural y, entre otras cosas, se encarga de controlar que todo funcione según el reglamento en las asto probak, idi probak y zaldi probak. "Si pensase que estas pruebas son perjudiciales para los animales, no lo aceptaría. De hecho creo que es una manera de que la gente conozca lo que se hace en los baserris donde los animales son unos privilegiados", asegura.

Reconoce que antiguamente se hacían "auténticas salvajadas", pero que desde hace 30 años la situación ha cambiado mucho. "Ahora en todas las pruebas hay un juez oficial y un veterinario de Diputación que se encargan de regularlo todo: el estado de los bueyes, la formación de los jueces, el tamaño de las varas, dónde se puede pinchar para que no tenga ninguna repercusión para el buey, la intensidad... Está todo controlado", explica.

Además, asegura que de no utilizarlos para este tipo de pruebas, sobre todo los bueyes y los burros se extinguirían. "Los bueyes solo se podrían utilizar para carne y aún así no serían carnicamente rentables. Los burros directamente se extinguirían, solo quedarían unos pocos haciendo labores de jardinería porque no cumplen ninguna otra función. Al final no son animales de trabajo, son atletas", afirma.

Imagen de una idi proba en Bizkaia

En cuanto a las críticas por parte de grupos animalistas y parte de la población, Uriarte cree que se deben "al desconocimiento". "Hemos conseguido que la gente que va a ver unas pruebas de burros, caballos o bueyes, vea y diga, "mira, yo tenía la imagen de que eran unos aldeanos salvajes", explica. Además, considera que estos grupos son necesarios para que no se comentan "burradas" y les pide que "vigilen más a los perros y gatos que están en verdaderas malas condiciones o a las vacas, burros y caballos que en invierno se mueren de hambre en los montes".

"Nuestro propósito es seguir mejorando, porque si no mejoramos esto está condenado a morir. Gracias a todo lo que se ha mejorado, esto ahora es otro mundo", sentencia.

Consecuencias físicas y psicológicas

Pero más allá de opiniones y posturas, los veterinarios son los que aportan datos y conclusiones objetivas sobre el efecto que estas prácticas producen en los animales que participan en estos espectáculos. "Está demostrado que el animal (refiriéndose al ganado bovino) padece un sufrimiento físico y emocional cuando se le somete a estas prácticas. Durante todo el proceso desde que les suben al camión sufren lesiones musculares e hipoxia, además de las heridas provocadas durante del descornado y el embolado", explica Roberto Fano, veterinario.

Además, como son seres sintientes, estas prácticas también tienen consecuencias negativas en su estado psicológico. "Son animales gregarios, por lo que el hecho de separarles de la manada tiene efectos negativos en ellos. Se les mete solos en un vehículo donde van balanceándose, con un ambiente ruidoso y van directos a la arena. Ahí no tienen escapatoria posible", añade. Este profesional asegura que "sumando los efectos físicos y psicológicos, estas prácticas podrían considerarse maltrato".

Lejos de lo que la gente piensa, Fano desmiente el hecho de que se terminen acostumbrando a ello. "Todo lo contrario. La reutilización de estos animales hace que vayan sumando experiencias negativas y que entren en un estado de miedo crónico", afirma.

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A la vista está que alguna prácticas son más violentas que otras y la legislación ampara muchas de ellas bajo el paraguas de 'eventos deportivos', pero a pesar de ello Roberto Fano considera que "la evolución debe ser que poco a poco estas actividades se vayan sustituyendo por otras en las que no se utilice animales".

¿Maltrato y sufrimiento o tradición y cultura? Dos posturas contrarias que defienden y condenan una misma realidad: en el año 2025 se utilizan animales para el espectáculo y el entretenimiento.