El verano va llegando a su fin y con él las 'ciudades' de veraneo van recuperando la normalidad y en consecuencia, su condición de pueblos. Algunos municipios como Plentzia, Gorliz, Lekeitio o Bakio triplican e incluso cuadruplican su población durante los meses de junio, julio y agosto con todo lo que ello conlleva. Sus atractivas playas y la conexión a través del transporte público propician que miles de visitantes elijan estas zonas costeras para pasar el día o la temporada estival, en perjuicio muchas veces de sus residentes.

En Bakio (2.800 habitantes) y Lekeitio (7.000) por ejemplo, el número de habitantes en verano se triplica alcanzando los 12.000 y los 20.000 respectivamente. En Plentzia (4.400) y Gorliz (6.000) por su parte, la cifra se multiplica por cuatro llegando a las 17.600 personas aproximadamente en el primero de los municipios y a cerca de las 20.000 en el segundo. Unas cifras que desbordan estas pequeñas localidades y obligan a sus ayuntamientos a adoptar medidas extraordinarias.

Estacionamiento regulado

En Plentzia por ejemplo, el espacio de estacionamiento es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el municipio. Existen alrededor de 700 plazas de aparcamiento para satisfacer las necesidades de más de 2.000 vehículos registrados. Una cifra que también se multiplica en la temporada estival no solo por las personas que cuentan con una segunda vivienda, sino por aquellos visitantes que eligen la villa para pasar el día.

Para atajar esta cuestión, el pasado verano el ayuntamiento puso en marcha un sistema de estacionamiento regulado para residentes y visitantes. Así, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, los residentes cuentan con zonas de estacionamiento reservadas. Los visitantes y las personas con una segunda vivienda en la localidad que no están empadronadas, cuentan con opciones tanto de pago como gratuitas. Las zonas de pago están señalizadas en color azul y son para el estacionamiento rotatorio regulado por la OTA. Las gratuitas por su parte, corresponden al barrio de Txipio y el parking del campo de fútbol Errotabarri.

Unas medidas que alivian de alguna manera el volumen de vehículos que recibe la villa, aunque según algunos vecinos, "siguen resultando insuficientes". "Sobre todo los fines de semana y los días que mejor tiempo hace es imposible aparcar a partir de las 11-12 de la mañana", asegura Javier García, vecino de Plentzia. "Cuando pasas el puente de entrada al pueblo y ves que hay coches aparcados en el arcén, sabes que te va a costar muchísimo encontrar un sitio", añade.

Porque aunque las personas empadronadas en el municipio cuentan con zonas específicas para poder estacionar sus vehículos, en ocasiones ni así pueden hacerlo. "Muchas veces no hay ninguna plaza de residente libre y me cuesta creer que todos los que aparcan en estas zonas sean verdaderamente vecinos", denuncia.

Para evitarlo, acciones como aparcar en zona de residentes sin contar con la correspondiente autorización, no sacar el ticket de la OTA o rebasar el tiempo de estacionamiento en zona azul, conllevan multas de entre 80 y 100 euros. En este sentido el alcalde de Plentzia, Aitor Garagarza, afirma que "el nivel de sanciones impuestas este verano ha sido muy alto comparado con otras épocas del año".

De igual manera, desde el 13 de junio y hasta el 30 de septiembre, Gorliz mantiene activo el sistema OTA que obliga a pagar en todas las zonas azules de 10.00 a 14.00 horas y de 15.30 a 20.00, y en las zonas naranja, verde y roja, de 10.00 a 20.00 horas. En el caso de esta localidad, las personas empadronadas están exentas de pago en todas las zonas, excepto en la roja. Por otro lado, las personas que dispongan de una vivienda en el municipio pueden solicitar hasta dos bonos de aparcamiento.

Fomento del uso del transporte público

Más allá del estacionamiento regulado, Plentzia apuesta también por fomentar el uso del transporte público, siendo unos pocos minutos los que separan la estación de metro con el centro del pueblo. De igual manera, se refuerza el servicio de autobús que conecta la estación con la playa y con la localidad de Gorliz.

Como novedad, este año el ayuntamiento ha habilitado la explanada que hay junto a la estación como una zona de aparcamiento donde dejar el coche durante un máximo de 9 horas para usar el transporte público.

Parking junto a la estación de metro de Plentzia M. HERNÁNDEZ

Otras medidas

Además de atajar los problemas de estacionamiento, Gorliz también ha adoptado otras medidas para evitar incidentes y garantizar la seguridad. Es el caso del cierre del pinar durante la noche tras concentraciones incontroladas y macrobotellones, además de la eliminación de las barbacoas. En este sentido, el consistorio trabaja también junto con la Ertzaintza y el Ayuntamiento de Plentzia para coordinar medidas de seguridad.

La avalancha de visitantes provoca también un aumento de la generación de residuos y en este sentido también se redoblan los esfuerzos de limpieza, pero al igual que ocurre con el estacionamiento, resulta "insuficiente" para muchos vecinos. "En verano se nota que el pueblo está más sucio. Las papeleras están a rebosar y al final la gente acaba tirando las cosas al suelo", denuncia Natalia Pérez. A pesar de ello, Aitor Garagarza insiste en que "se ha contratado más personal de limpieza y se ha aumentado el número de contenedores".

Una realidad que choca de frente con un turismo que también reporta muchos beneficios a estos municipios y a su economía local. Es por ello que la situación que obliga a los consistorios adoptar medidas extraordinarias sin renunciar a ofrecer un turismo de calidad que a su vez respete los pueblos y a sus residentes.

Alazne Campo lleva años viviendo en Gorliz y comparte ambas posturas. "Es verdad que la gente que viene en verano le da mucha vida al pueblo y a la hostelería le viene fenomenal, pero por otra parte a los que vivimos allí nos afecta mucho el tema del aparcamiento, la OTA, etc", asegura. Tras un intenso verano, esta gorliztarra reconoce que "los que vivimos aquí todo el año tenemos ganas de recuperar esa tranquilidad a la que estamos acostumbrados".

El verano sobrepasa a estas localidades que un año más han visto multiplicada su población durante esta época del año. Una temporada estival intensa que va llegando a su fin y que devuelve la normalidad y la tranquilidad a estas 'ciudades' de veraneo que van recuperando su condición de pueblos.