Poner negro sobre blanco las últimas voluntades, por la connotaciones que conlleva antes y después de que expire nuestro latido en este mundo, es históricamente un trance por el que tradicionalmente muchos antes preferían no pasar. O, simplemente, dejarlo para ese “más adelante” que nunca llega. El patrimonio personal suele acabar normalmente en poder de los herederos pero cuando no los hay –o no se les quiere entregar todo lo acaudalado– sea mucho o poco, existe una vía que ha ganado fieles en los últimos años: el testamento solidario, cuyo Día Internacional se celebra el próximo sábado 13 de septiembre. Una herencia post mortem por la que, en lugar de dejar tus bienes a una persona, puede repartirse a una o más organizaciones sin ánimo de lucro. Bizkaia se posiciona a la cabeza de la CAV en este tipo de donaciones, acaparando 1,4 millones de euros en 2024, frente a los 1,5 millones de 2023 y los 1,2 de 2022, manteniendo así una línea estable en un escenario donde la fluctuación no responde a una causa concreta.
Según los datos aportados por la plataforma HazTestamentoSolidario.org, en el conjunto de Euskadi la cifra menguó el pasado ejercicio al atorarse en los 2,9 millones de euros –que proceden de 36 patrimonios–, un millón menos que en 2021. En este sentido, cabe destacar que una simple herencia de mayor o menor tamaño puede hacer bailar ostensiblemente la cantidad sin que ello suponga que decaiga el desinterés por esta herramienta. De hecho, desmenuzando los territorios, en Araba varió de los 1,4 millones de 2022 a los 1,1 millones de 2023 y los 364.518 euros del último ejercicio; mientras que Gipuzkoa pasó de liderar este tipo de legados en 2022 con 2,1 millones a caer a los 938.228 euros en 2023 y remontar luego ligeramente hasta los 1,1 millones. Oscilaciones que, lo dicho, no están conectadas con un pinchazo del llamado testamento solidario. Las 36 herencias legadas en 2024 sitúan a la CAV solo por detrás de Madrid (78), Catalunya (67), Andalucía (51) y la Comunitat Valenciana (41). Según Haz Testamento Solidario, en los últimos tres años se ha donado un total de 11.306.871 euros a diferentes ONG a través de testamentos solidarios vascos, con una media de 3.768.957 euros en este periodo de tiempo.
El perfil
Haz Testamento Solidario es una plataforma compuesta por casi una treintena de entidades con el objetivo de informar a la sociedad sobre la posibilidad de incluir en el testamento a una o varias ONG, entre las que se encuentran Médicos Sin Fronteras (MSF), Acnur, Aldeas Infantiles SOS, Amnistía Internacional, Anesvad, Cruz Roja, Fundación Josep Carreras, Fundación Aladina, Greenpeace, Manos Unidas, Oxfam Intermón, Save The Children o World Wildlife Fund. “Bizkaia es el territorio donde más movimiento tenemos en cuanto a número de personas, algunas de las cuales ni siquiera habían colaborado antes haciendo donaciones o como socios”, reconoce a DEIA Maite Alzueta, responsable de Testamento Solidario en MSF, quien señala a las personas sin descendencia como el perfil tipo de quienes apuestan por este modo de legar. “Suponen entre el 80% y 85% de quienes lo hacen”, dice sobre un patrón donde predominan las mujeres en torno al 60% de los casos, donde se ha incrementado el porcentaje de gente casada y que además decide dar este paso con mayor prontitud. “Si antes era gente de 70 u 80 años quienes lo hacían, ahora se atreven a hacerlo al menos una década antes”, apostilla. “Normalmente son personas con total libertad para repartir su patrimonio”, algo que la ley permite en base a la denominada libre disposición, cuyo porcentaje varía en función de la comunidad autónoma. El Derecho Civil vasco contempla que se pueda privar a alguno de los hijos en el reparto de la legítima. Respecto a la libre disposición, en Bizkaia se puede dejar a quien se quiera, sea o no de la familia, salvo los bienes troncales, que son los que pasan de una generación a otra.
El procedimiento es idéntico a cualquier otro testamento: basta con elegir la ONG o fundación a la que hacer heredera y acudir al notario, un trámite que ronda los 60 euros. Además, al estar exentas del impuesto de sucesiones, el 100% de lo aportado recaerá en la organización elegida. Alzueta, que comparte la impresión de que la pandemia sensibilizó a la ciudadanía a colocar esta tarea entre sus planes a corto plazo, añade que organizaciones como la suya han procedido a liberarse de autobarreras para informar abiertamente de este tipo de colaboración, sin que dé sensación de coacción. “Es la sociedad la que nos ha hecho darnos cuenta de que ellos mismos lo consideran ya algo normal. Nosotros tenemos obligación de informar y luego que cada uno escoja. Comunicamos de manera muy profesionalizada”. En resumen, “no es necesario ser millonario” para optar a entrar en la vía del testamento solidario, sino que cada cual accede a dejar en herencia el dinero o bien que desee. Sin que además quede en el limbo.