Santa Katalina late ahora más fuerte que nunca
Más de 10.000 personas apoyan la recuperación de la ermita de Mundaka convirtiéndola en un punto de encuentro
Durante años, la ermita de Santa Katalina de Mundaka ha permanecido cerrada, silenciosa, olvidada. Solo se abría en fechas señaladas, como en la celebración de Santa Katalina el 25 de noviembre o en ocasiones especiales como Santa Ana el 26 de julio. Desde que un rayo dañara su tejado en 2014, momento en que la vida se detuvo entre sus muros. Hasta ahora.
Porque algo ha cambiado en Mundaka. Desde mayo, más de 10.000 personas, exactamente 10.044, han visitado la ermita en apenas tres meses. ¿La razón? Una iniciativa vecinal impulsada por la asociación Musutruk Mundaka, que ha convertido este espacio en un punto de encuentro cultural, social y solidario. Con actividades gratuitas, participación ciudadana y una idea sencilla pero potente: devolverle la vida a Santa Katalina y, al mismo tiempo, recaudar fondos para su rehabilitación.
Musutruk Mundaka se define como una asociación deportivo-cultural nacida con el propósito de construir un mejor pueblo. Su funcionamiento se basa en tres pilares: trabajo en equipo, solidaridad y compañerismo. “Queremos un pueblo más vivo, y creemos que espacios como Santa Katalina deben formar parte de eso”, explica Txabo, uno de sus miembros. Desde su presentación oficial, que tuvo lugar dentro de la propia ermita, con permiso de la parroquia de Santa María de Mundaka, han ofrecido todo tipo de actividades abiertas: charlas sobre hábitos saludables, tertulias deportivas, visitas guiadas, juegos de ajedrez, intercambios de libros y jornadas al aire libre.
Todo, siempre, de manera gratuita. “Lo que hacemos es sugerir una donación voluntaria, quien quiera, como quiera. Todo lo recaudado va destinado a pagar la deuda pendiente de la reparación del tejado y a mejorar el estado interior y exterior del edificio”, cuenta Txabo.
Hay que recordar que la ermita de Santa Katalina data del siglo XIX. y es un edificio de transición entre el gótico y el renacimiento. Las murallas que rodean la ermita, son antiguos restos de un fortín de la misma época, y la parroquia, entidad que gestiona el templo, afronta aún una cuota mensual de 600 euros del préstamo solicitado para las obras. Hasta ahora, la iniciativa ha recaudado 11.341 euros, de los cuales 2.118,60 euros se han destinado a cubrir distintos gastos operativos.
Desde el principio, el proyecto ha contado con una red de colaboraciones fundamental: personas voluntarias, amistades, empresas locales y entidades deportivas que han aportado materiales, regalos y apoyo logístico. Marcel Cluny, Eroski Mundaka, Occident Bermeo, Kutxabank o Dyalvo Sports son solo algunas de las marcas implicadas que han colaborado en este proyecto. En el evento de presentación se repartieron artículos por valor de más de 5.000 euros, balones, camisetas, bolsas, cosmética, pósters, a modo de agradecimiento, sin contraprestación. A cambio, simplemente se ofrecía la posibilidad de colaborar.
Sin embargo, el impacto no ha sido solo económico, ya que se ha logrado que la ermita haya permanecido abierta cada fin de semana en mayo y junio, y todos los días durante julio. La afluencia de gente ha superado con creces las expectativas. “Contamos las visitas una por una, palito a palito. Y nos hemos dado cuenta de que pasa más gente por aquí que por la oficina de turismo”, reconoce Txabo. Muchas personas se acercan a meditar, a leer, a rezar o simplemente a conversar con las personas voluntarias. “Estos lugares no pueden estar cerrados once meses al año. Tienen que tener vida”, resume.
Actividades en la segunda quincena de agosto
La colaboración con la parroquia ha sido constante. Musutruk informa de cada paso, y ambas partes coinciden en que el resultado está siendo positivo. “Sabemos que están contentas, también sorprendidas por la repercusión que ha tenido todo esto”, añade Txabo. Y lo que viene no es poco: en la segunda quincena de agosto ya están previstos conciertos, nuevas charlas, el Día del Deporte y un merkatu txiki para seguir recaudando fondos. Con el arranque del nuevo curso también se iniciará un curso de ajedrez y se quiere intensificar la relación con centros escolares que deseen conocer la ermita desde dentro.
Mientras tanto, la asociación continúa abierta a nuevas colaboraciones, nuevas ideas y nuevas formas de sumar. “El agradecimiento al pueblo de Mundaka es enorme. La acogida ha sido muy buena y queremos animar a todos a seguir colaborando. Entre todos podemos hacer que esta ermita, tan entrañable para el pueblo, vuelva a ser un lugar vivo todo el año”, concluye Txabo.