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Kilómetros de historias en cada entrega postal por la Bizkaia rural

Los 63 carteros rurales de Bizkaia hicieron 6.750 operaciones en 2024, lo que supone un 1,7 % más | En diciembre de 2024 se realizaron 780 gestiones rurales, el pico de actividad del conjunto del año

Kilómetros de historias en cada entrega postal por la Bizkaia ruralBorja Guerrero

En una curva de asfalto mojado, entre los pliegues verdes que envuelven los montes de Bizkaia, un coche amarillo serpentea como si conociera cada grieta del camino. No necesita GPS. A esas alturas del día, el motor ya va en piloto automático, pero la ilusión va despierta. Quien conduce no es solo un repartidor, es alguien que mantiene vivos los vínculos del pueblo con el resto del mundo. Es cartero rural.

Lejos de desvanecerse con la digitalización, esta figura ha ganado en versatilidad. Hoy, los carteros y carteras rurales no solo entregan cartas o paquetes, son quienes acercan la administración, los servicios básicos y la compañía a los hogares más dispersos. En Bizkaia, 63 profesionales rurales realizaron durante 2024 un total de 6.750 operaciones a domicilio y en oficinas auxiliares. Un número que no deja de crecer —un 1,7% más que el año anterior— y que pone en valor una labor esencial para la vida cotidiana en zonas menos pobladas.

Los datos no se explican solo por el aumento del comercio electrónico o el tránsito habitual de cartas certificadas. La clave está en la diversificación. Hoy se puede enviar un paquete, pagar un recibo, comprar sellos o realizar trámites con la DGT desde la misma puerta de casa. Incluso sacar dinero en efectivo gracias alservicio Correos Cash, lo que convierte al cartero en un pequeño mostrador ambulante que ahorra desplazamientos largos a los vecinos. Aunque muchos hogares cuentan ya con conexión digital, no todos los trámites se resuelven con un clic. Para quienes no manejan internet o viven lejos de una oficina, el cartero es puente y solución.

Diciembre fue el mes de mayor actividad, con 780 gestiones, lo que confirma la importancia de este servicio en fechas sensibles. En muchos pueblos, esa carta que llega a tiempo o ese paquete que cruza montañas no son simples mercancías. La visita del cartero, esperada cada mañana, es parte del paisaje emocional.

En las rutas rurales, el vínculo entre cartero y comunidad trasciende lo profesional. Saben quién vive solo, quién tiene problemas de movilidad o quién espera con ilusión una carta. A veces se convierten en los primeros en detectar que algo no va bien: una persiana cerrada durante días o un buzón sin vaciar puede ser una señal. En pueblos donde el reloj lo marca la campana y la costumbre, el paso del cartero es una garantía de continuidad. “Ya ha pasado”, dicen las vecinas. Y con esa frase, todo vuelve a su sitio.

La PDA que llevan los carteros, con la que se puede pagar en tarjeta o en efectivo, ha supuesto una revolución silenciosa. Pero más allá de la tecnología, lo que marca la diferencia es el trato humano. En zonas donde lo público no puede alcanzar cada hectárea y lo privado no llega, el cartero es también cercanía. En lugares donde las aceras terminan pronto y los caminos se hacen estrechos, la llegada del cartero rural es, a menudo, el único latido externo que se cuela en la rutina del hogar.

A lo largo de 2024, los carteros rurales de Bizkaia también vendieron cupones de la ONCE, artículos solidarios de UNICEF, etiquetas medioambientales y gestionaron el cobro de impuestos locales.

Puerta a puerta, pueblo a pueblo

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Correos ha apostado por reforzar este servicio rural como parte de su estrategia frente a la despoblación. Con cada trámite resuelto en una aldea o caserío, se sostiene algo más que una necesidad. Se mantiene una forma de vida. La presencia del cartero no es solo operativa, es emocional.

Mientras tanto, en un buzón oxidado por la lluvia y el sol, una carta espera ser recogida. Puede ser un recibo, una postal escrita con cariño o una carta del banco. Lo que guarda no es solo papel, sino la certeza de que, en un mundo acelerado, aún hay quien se detiene a tocar la puerta.