Para el recuerdo quedan las campañas y las ofertas que abanderaban las tiendas de barrio para ganar clientela. Los nuevos tiempos empujan sin remedio a los comercios a dar un salto tecnológico hacia ese otro mundo donde también se consiguen compradores. Vendan lo que vendan ese mundo on line permite el acceso a un mercado diverso a la vez que anónimo. Y muchos establecimientos no disponen de formación ni de recursos para afrontar esta nueva etapa en su ciclo empresarial. Por eso es necesaria ayuda de todo tipo. Económica para empezar. Y una subvención directa de 108.900 euros es una buena manera de empezar.

Esta es la cantidad concedida por el Consejo de Gobierno a Bizkaidendak para el desarrollo del proyecto Berriro, “herramienta de fidelización digital integral para el comercio local”, como ha sido definida por sus promotores y gestores. Y es que, en un entorno cada vez más competitivo, la retención de la clientela se ha convertido en un factor esencial para la sostenibilidad del comercio local. “La fidelización permite no solamente aumentar la repetición de compra, sino que fortalece el vínculo entre el comercio local y su clientela, generando relaciones de confianza y mayor compromiso a largo plazo”, reforzaban.

En ese sentido, este proyecto de reactivación del comercio local gestionado por la Asociación Bizkaidendak, es una respuesta a los múltiples retos que debe afrontar el comercio local, especialmente por lo que se refiere a grandes superficies y cadenas comerciales, que cuentan con avanzados programas de fidelización (tarjetas y apps personalizadas) y que dejan en desventaja competitiva al pequeño comercio.

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Por lo que se refiere a la clientela, una vez que se den de alta en la aplicación, tendrá acceso a todos los comercios adheridos a la plataforma, sin necesidad de registrarse de manera individual en cada uno y podrá consultar sus puntos, recibir ofertas y acceder a promociones. Además, la herramienta estará totalmente integrada en el ecosistema Euskaldendak (Confederación de asociaciones de comerciantes, hosteleros, empresas de servicios de Euskadi a la que pertenece Bizkaidendak) y NIREs municipales, por lo que los comercios locales formarán parte de una red digital interconectada, lo que dará mayor visibilidad a sus programas de fidelización y promociones.

En definitiva, insistían los promotores de este programa, el objetivo es “empoderar al comercio local” para, en la medida de lo posible, competir con grandes marcas sin necesidad de realizar inversiones inaccesibles en tecnología. De hecho, cada comerciante podrá crear su propio programa de fidelización, adaptándolo a sus necesidades y al comportamiento de su clientela.