Cuatro etapas para superar más de 350 kilómetros en Montain Bike a través de rutas y recorridos que alcanzarán un desnivel acumulado de más de siete mil metros para atravesar espectaculares espacios naturales como el cabo de Gata, el desierto de Tabernas o el alto de Velefique. A este gran desafío deportivo se van a enfrentar, del 2 al 5 de octubre, los hermanos Arkaitz y Beñat Santamaría, naturales de Ugao, Joseba Urrutikoetxea, vecino de Arrigorriaga y el basauritarra José Manuel Rodrigo. Y lo van a hacer con un objetivo común y solidario: visibilizar la importancia de la donación de médula.
Por experiencias personales, y muy cercanas, los cuatro deportistas del Alto Nervión pueden afirmar con satisfacción y con orgullo que donar médula es donar vida. Y ese es el lema y el mensaje que dará sentido a cada una de sus pedaladas, a cada gota de sudor y a cada kilómetro superado durante su participación en la próxima edición de la Titan Desert de Almería, un evento que ya es un referente para los bikers a nivel nacional.
Donación entre hermanos
Para comprender esta aventura y su loable objetivo hay que remontarse un lustro atrás, cuando el ugaotarra Arkaitz Santamaría cayó enfermo. Con 42 años de edad y aficionado al deporte, era una persona aparentemente sana. Tras numerosas pruebas y exámenes médicos, el diagnóstico definitivo determinó que el tratamiento más eficaz pasaba por un trasplante de médula. La esperanza llegó a través de la base de datos internacional REDMO (Registro de Donantes de Médula Ósea). En ese listado había un ciudadano alemán compatible con Arkaitz, pero “era la época de la pandemia y, no sé la razón, pero se echó para atrás”, recuerda.
De la decepción y preocupación de esta inesperada noticia se abrió una nueva vía de curación a través de su hermano Beñat. “Habían ya valorado mis células madre. El porcentaje de éxito era inferior al del donante internacional, pero había posibilidades”, indica. Y el procedimiento clínico se pudo en marcha. “Fue muy duro. Tratamientos de quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia y, después, esperar a que el trasplante salga bien”, resume Arkaitz.
Superación y amistad
Así fue y Arkaitz es un ejemplo claro de que donar médula es donar vida. También lo es su compañero de desafío Joseba Urrutikoetxea, paradigma de multideportista de más de 60 años que comenzó su andadura en el mountanbike y que alterna las dos ruedas con carreras populares a pie. A pesar, también, de llevar una vida saludable, en 2021 fue diagnosticado de leucemia y le tuvieron que realizar una extracción de médula. “la suerte estuvo de mi lado y me he librado, pero nadie está exento de una recaída”, afirma.
El cuarto aventurero en discordia, el basauritarra José Manuel, es ese amigo y compañero de equipo “que lee entre líneas y está ahí para dar ánimos, llamar por teléfono…”, destaca Urrutikoetxea. Sin duda, una figura necesaria en los momentos en los que se presentan dificultades de cualquier tipo e índole. En ese caso, y de cara a exigente Titan Desert, es el integrante del equipo con más experiencia puesto que ya ha sido ha sido finisher tanto en la que se celebra en Marruecos y como la almeriense. “Son pruebas muy duras, pero espectaculares y con paisajes increíbles”, asegura.
"La Titant Desert es una prueba muy dura, pero con paisajes espectaculares e increíbles"
En esta prueba hay que participar por equipos. En el caso de esta representación del Alto Nervión, uno de ellos estará conformado por los hermanos Arkaitz y Beñat Santamaría y el segundo por Joseba Urrutikoetxea y José Manuel Rodrigo. Aunque les une la procedencia, la amistad y un objetivo solidario común “seguro que hay algo de pique por ver cuál de los dos ocupa el puesto más alto en la clasificación”, declaran con una mezcla de humor y competitividad.
Dona médula, dona vida
A lo que van a ir todos a una es la misión y el propósito de visibilizar la donación de médula. Su equipación para las cuatro jornadas de carrera incluirá el logotipo ‘Dona médula, dona vida’ y en su equipaje llevarán, también, las banderas de Ugao-Miraballes, Arrigorriaga y Basauri. “Cuando comenzamos a dar forma a este proyecto nos pusimos en contacto con nuestros ayuntamientos en busca de apoyo. Hay muchos gastos que sufragar y los tres mostraron su predisposición a ayudar desde el primer momento. Se lo queremos agradecer y dejar a nuestros municipios en un buen lugar”.
Y lo que más desean es dejar un poso de concienciación entre el resto de deportistas participantes en la Titan Desert de Almería, sobre todo entre quienes están en la franja de edad de 18 a 40 años. Tener esa edad es uno de los requisitos existentes en el estado para ser donante de progenitores hematopoyéticos de médula ósea y es importante que tengan referentes para que se decidan a dar el paso que, en su día, ya dio Beñat por su hermano Arkaitz. “Es un gesto muy sencillo”, asegura.
"Donar es un gesto muy sencillo. El primer paso es acudir al hospital con banco de sangre de referencia y darse de alta en el registro"
En primer lugar hay que darse de alta como donante de médula en el hospital con banco de sangre de referencia “y que, en nuestro caso, es el de Galdakao”. Allí, “te explican todo bien, aportan documentación y, si estás de acuerdo, tan solo hay que firmar el consentimiento y hacerte un análisis de sangre”. Tras ese trámite, el potencial donante pasa a formar parte de la base de datos internacional REDMO y, “a esperar”, indica Beñat. “Puede que nunca te lleguen a llamar. Y si lo hacen, puedes aceptar someterte al procedimiento o rechazarlo. Nunca estas obligado”.
Beñat lo pudo hacer y lo hizo por su hermano. “Primero te suministran una inyección para estimular la médula ósea y segregar células madre en sangre”. Una vez asegurada esta primera parte del proceso, llega la fase de donación. “Puede durar unas 5 o 6 horas”. Por un lado, se extrae la sangre a través un catéter y va a pasar, directamente, a una máquina que separa las células madre del resto de las células sanguíneas. Después, el plasma regresada al donante a través del mismo u de otro catéter. El resultado es “una bolsita de células madre que pueden salvar una vida”, incide.
Divulgación y difusión
Eso es lo que Arkaitz y Beñat Santamaría, Joseba Urrutikoetxea y José Manuel Rodrigo quieren contar y transmitir durante su participación en la Titan Desert de Almería. Habrá muchas oportunidades para ellos, sobre todo, “en los momentos de convivencia con otros deportistas”.
Al fin y al cabo, hay una similitud entre el reto de enfrentarse a una enfermedad grave y a una prueba ciclista por etapas tan exigente. “Cuando estás mal, siempre hay algo que te obliga a tirar para adelante y alcanzar una meta en la que te está esperando la familia. Hay mucho sacrificio, pero también una gran recompensa”, declara Beñat.
"También damos charlas en institutos, porque es importante que este mensaje llegue a la gente joven"
La gran victoria y la gran enseñanza de vida de estos cuatro amigos y compañeros no se puede quedar en un reducido ámbito privado. Tiene que llegar mucho más lejos. En octubre será a la Titan Desert de Almería. A lo largo del año sus metas son más modestas, aunque igualmente importantes. “Llevamos a cabo charlas y conferencias en institutos, porque es importante que esta información llegue a los más jóvenes”, destaca Arkaitz. A su voz y a su mensaje se han unido, para esta gran aventura, los ayuntamientos de Basauri, Arrigorriaga y Ugao-Miraballes. Y, también, cuentan con el apoyo de Aspanovas, la asociación de padres y madres de niños, niñas y adolescentes con cáncer de Bizkaia.