“Debemos hacernos una pregunta honesta: ¿vamos a tolerar que quienes siembran crispación, que utilizan a la ciudadanía para después dejarla de lado, que apelan al miedo para avanzar políticamente, sigan creyendo que esa forma de actuar es legítima?”, cuestiona el portavoz del PNV y alcalde entre 2019 y 2023, Juanra Urkijo. Al cumplirse la mitad de la legislatura hace balance de la gestión de Zalla Bai señalando que “el límite es claro y alguien debe ponerlo; en democracia somos nosotros y nosotras quienes decidimos el rumbo que queremos para Zalla”.
En una carta remitida a la ciudadanía cita “varios temas que me preocupan”. “No voy a detenerme en si el Ayuntamiento ha dejado de prestar servicios o actividades, es evidente, reflexiona. Tampoco en “si el pueblo languidece, porque también salta a la vista”.
Se centra en “algo más profundo que me inquieta todavía más: el trato que algunos grupos políticos están dando a quienes viven en Zalla” calificando de “error muy grave permitir que ciertos comportamientos se naturalicen”. A lo largo de la pasada legislatura vecinos y vecinas de Zalla fueron testigos, acusa, de “cómo se tensaban las cosas a propósito, cómo se apelaba a las emociones más básicas, cómo se llevaban los debates a extremos peligrosos sin importar las consecuencias”. “Todo valía” y ahora, según el representante jeltzale, “cuando surgen problemas de convivencia reales, callan”.
Zalla Bai “se posicionó contra ciertas decisiones por puro cálculo político y para justificar su cambio de postura encargan estudios imposibles con resultados inasumibles”.