Asociación Norai, creando los puentes para la inclusión social
Vivienda, formación, empleo, cultura y cooperación son los mimbres sobre los que se sustenta el trabajo de esta entidad del barrio de San Francisco
Es más de una década la que la Asociación Norai lleva ofreciendo oportunidades a las personas que residen en el barrio de San Francisco de Bilbao. “El primer paso fue venir a vivir al barrio. Y empezamos a percibir el potencial y las necesidades que había. No quisimos quedarnos contemplando la realidad sino ayudar a transformarla y establecer puentes con la ciudad”, señala Miguel Ángel Esnaola, presidente de la entidad que tiene que como “objetivo fundamental la inserción en nuestra sociedad de un modo creativo. Y buscamos que cada persona pueda desarrollar y desplegar sus capacidades”.
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La regeneración del barrio de San Francisco va dando sus frutos y ahora “hay mucho movimiento de comercio por las mañanas”. Sin embargo, “hay un gran reto porque todavía hay gente que está en la calle y puede caer en actividades delictivas”. Para que esa situación no se dé, desde la Asociación Norai plantean “alternativas para revertir esa realidad y que puedan contribuir de un modo positivo a esta sociedad. De hecho, muchas de las personas que vienen no están de paso en Bilbao, si no que tienen intención de quedarse”. Y esas propuestas pasan por vivienda, empleo, formación, ocio, interreligiosidad y cooperación internacional.
Vivienda
Tener un techo se presenta como el principal desafío para poder acceder a la inclusión social. “Trabajamos en red con otras entidades para tener viviendas, además de las que tiene la asociación. Y también hay particulares que nos las alquilan sabiendo que vamos a garantizar un buen uso de los pisos”, cuenta Esnaola que destaca que el objetivo es “que lleguen a acceder a una vivienda en alquiler o en un futuro de compra por sus propios medios”, aunque el proceso es largo y requiere de muchos requisitos.
Empleo
En esa camino a la inserción, el empleo se presenta como la mejor vía. Para, además de la formación para la capacitación con Lanbide u otras entidades, la Asociación Norai ha impulsado tres empresas. “En la de construcción trabajan unas 12-15 personas, en el restaurante cafetería 8 y en Vínculo, que es una empresa que ofrece servicios de proximidad, unas 20”, detalla el presidente de la entidad que razona el por qué de estos sectores: “era posible ofrecer empleo” a las personas que tenían la capacitación o experiencia.
Cultura
Orgullo Uno de los proyectos de más importantes para la Asociación Norai es la orquesta sinfónica. “Es un barrio estigmatizado donde nadie se espera que haya una orquesta sinfónica y se rompe esa barrera”, afirma Zaira Calleja, trabajadora de la entidad, que avanza que el próximo 22 de junio “seguramente en Rekalde” realizarán el concierto fin de curso donde participarán reconocidos músicos como Alex Sardui, de Gatibu, y Aiora Renteria, de Zea Mays. “Muchas familias no se habían planteado llevar a sus hijos a música y aquí pueden aprender a tocar un instrumento de manera gratuita”, indica Esnaola que subraya lo “enriquecedora” que es esta actividad para los chavales de 300 familias.
Interreligiosidad
El intercambio de culturas se ven en el proyecto de interreligiosidad ya que “en Bilbao hay 58 parroquias pero hay más lugares de culto no católicos que católicos”. Por ello, entre la propuestas que llevan a cabo esta el encuentro Juntos por la convivencia, que “este año hemos realizado por sexto año consecutivo”.
Cooperación internacional
Otro de los ejes de la Asociación Norai es la cooperación internacional que surgió “por personas que residían aquí y volvieron a su país”. Así, en Nicaragua, Camerún y Senagal el granito de arena de la entidad está presente y uno de los proyectos de los que se sienten más orgullosos es la escuela que inauguraron hace siete años en Touba (Senegal). “Comenzaron 20 alumnos y ahora son 200. Hemos adquirido un terreno para poder hacer un edificio y que continúen con la educación secundaria”, comenta Esnaola mientras Calleja subraya que “la mayoría son niñas y muchas madres van por las tardes al centro para aprender a leer y escribir”. La formación como vía para la inclusión.