Dicen quienes han estudiado a fondo las coplas de la víspera de Santa Águeda que el golpeteo de las makilas que las acompaña simboliza la petición a la tierra de que vaya despertando para que los campos empiecen a dar sus frutos. Más allá de ese supuesto sentido primigenio, quienes sí se despertaban y bien pronto este martes eran los miembros del Coro de Arratia para hacer lo que vienen haciendo desde hace 74 años: salir a cantar en honor a la mártir siciliana. Y una vez más, traspasaban los confines de su comarca para hacer llegar la tradición a las calles de Bilbao. En la capital vizcaina, en una jornada adornada por un sol espléndido, sus voces se han unido a las de otra multitud de coros que con sus canciones y sus atuendos de baserritarras rompían con la rutina de un día de labor.
El mercurio caía ligeramente por debajo de los cero grados cuando el Coro de Arratia iniciaba en la mañana de este martes su recorrido en Areatza a las 7.45 horas. A continuación transitaba por varios municipios de la comarca, como Igorre, Dima o Lemoa, entre otros, hasta llegar a Amorebieta-Etxano. Desde allí, el autobús les trasladaba hasta la basílica de Begoña, donde comenzó el periplo por Bilbao. A las puertas del templo, la agrupación musical era recibida por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, y por el párroco de Begoña, Ignacio Fernández, feliz por ejercer de anfitrión. “Es algo muy bonito. Tiene que ver con la memoria y la gratitud, con la historia de lo que somos, de los aitas y amas que nos han traído aquí otros años y de la gente que sigue esta tradición”, manifestaba.
Pequeño concierto en Begoña
En el interior de la basílica, el Coro de Arratia ha ofrecido un pequeño recital de cuatro temas: Ama maite; Gure aita de Madina; Slava Otsu y Agate Deuna. Tras ello, ponía rumbo a San Antón, bajo cuyo pórtico también ha cantado un grupito más reducido de alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria de Ibarrekolanda. Después, cruzaba a pie el Casco Viejo, que a esa hora del mediodía estaba plagado de otras agrupaciones de centros educativos, como las de las ikastolas Begoñazpi y Abusu. En la Plaza Nueva se ha topado con otro perfil de estudiantes. Se trataba del coro de las Aulas de la Experiencia de Bizkaia, formado por alumnos del centro universitario para mayores de 55 años ubicado en el casco histórico de la villa. “Llevo como directora once años y siempre hemos salido en Santa Águeda. Cada año intentamos renovar y hacer alguna variante en la canción”, apuntaba Oihana Regüela, directora de la formación coral.
Cantos en el metro
El desfile de coros era constante por las calles bilbainas y también por su subsuelo. Así, hasta nueve agrupaciones han trasladado las coplas de Santa Águeda durante todo este martes a diferentes estaciones de Metro Bilbao. Entre ellas estaba la formación arratiarra, que por la superficie seguía con su apretada hoja de ruta, en la que se incluían visitas a la sede del Athletic en Ibaigane, a la Diputación Foral de Bizkaia o al Ayuntamiento de Bilbao, donde han sido recibidos por la corporación, con el alcalde Juan Mari Aburto al frente. Por la casa consistorial también han pasado el coro de los funcionarios municipales, el de la cercana Ikastola Artxandape de Uribarri y el de los Bomberos de Bilbao, que destinará lo recaudado a la asociación benéfica La Gota de Leche.
La naturaleza escucha
El Hotel Carlton ha sido una de las novedades de este año en el recorrido por Bilbao del Coro de Arratia, que también ha pasado por el Museo Guggenheim, la catedral de Santiago -donde ofrecía otro miniconcierto como en Begoña- y el Teatro Arriaga. Allí iniciaba el camino de regreso a Areatza, a donde llegaba sobre las 21.30 horas. Acababa así un día largo pero bonito, como destacaba la directora de la formación, Garazi Navas. “Somos de Arratia y nuestro afán es traer a Bilbao nuestra tradición”, afirmaba, contenta porque el tiempo les había acompañado: “Estuve rezando para que hoy -por ayer- no lloviera y al parecer la naturaleza nos ha escuchado”. Veremos si también escucha la atávica llamada al despertar de los campos.