La borrasca Herminia que ha afectado a las costas vizcainas se ha llevado por delante el muro que protegía uno de los recovecos más queridos por el pueblo de Pobeña, el rincón de los Nogales, cuya pervivencia provocó incluso manifestaciones a resultas de una obra de suministro eléctrico que iba a abastecer a una empresa social ubicada en terrenos cedidos por la empresa Petronor. Salvado aquel escollo que se cerró con la mejora de los accesos a este sencillo enclave en el que se conserva una mesa de piedra de la que los pobeñeses hacen especial uso en las fiestas de la Virgen del Socorro y el Socorrillo, la caída de unos 10 metros de muro que separan el terreno forestado de la carretera no ha sorprendido al vecindario de este rincón de Muskiz.

“El muro, en el que estaban pintados el escudo del Athletic y la J.D. Somorrostro estaba agrietado y solo ha hecho falta un poco de viento empujando los jaros para derribarlo por su punto más débil”, comentaban ayer los parroquianos, que confían en que se aborde pronto su reparación “antes de que el resto del muro se venga abajo”. Fuentes municipales señalaron a DEIA que el suceso tuvo lugar en la mañana del domingo. “Ahora contactaremos con los propietarios del terreno para que reparen el muro antes de tener que llevarlo a cabo de manera subsidiaria por el peligro que entraña”, reseñaron.