Hasta 40 minutos de espera para comerse un talo en el Último Lunes de Gernika

A las 12.00 horas hay cola en Gernika allá donde mires. Para comprar alubias, pan, txoripan, txakoli... pero hay una especialmente grande que llama la atención. Todos se preguntan para qué estará esperando toda esa gente y resulta que están esperando, nada más y nada menos que para comerse un talo. Quienes están de los primeros aseguran que llevan 40 minutos esperando, "o incluso más", pero no les importa porque "no podemos decir que hemos bajado al Último Lunes de Gernika y que no hemos comido un talo", asegura Fermín Luis. Además, señala que hay que bajar con paciencia porque si no "te desesperas". 

Los que están de los últimos, no lo tienen tan claro. "Tenemos pensado esperar pero igual llega un momento que no aguantamos esperar tanto", explica Nerea, que está con su hija de siete años y no tiene todas consigo de que la pequeña vaya a aguantar.

Hay quien sale del puesto de talos dándole un mordisco, sin esperar a dar dos pasos con él en la mano. "Ya no podía aguantar y le he tenido que dar un mordisco", ríe Ander que ha bajado como cada año a disfrutar del mercado. "No nos lo perdemos nunca", asegura y a su vez afirma que el talo que tiene entre manos "será el primero, pero no el último", del día.

Lo saben quienes llevan desde primera hora montando los talos, que no pararán hasta bien entrada la noche. "Sabemos a lo que venimos", aseguran.