Varios ganaderos de la zona alta de Trapagaran y Abanto-Zierbena solicitaron ayer martes a la Diputación Foral de Bizkaia que establezca medidas preventivas para evitar los numerosos atropellos de animales domésticos y salvajes que se registran en la carretera que une el barrio alto de Trapagaran con el abantoarra de El Campillo. Según explicó José Antonio Quintana, desde que la carretera se abrió para dar acceso al campo de golf y a los barrios altos del municipio, “entre 40 y 50 animales” han sido atropellados por vehículos, sin contar en esta estadística ejemplares de fauna silvestre.

Los percances se han convertido en una “constante” en gran medida debido al exceso de velocidad de muchos vehículos. Especialmente, la situación se agrava por la noche, puesto que este vial “se ha convertido en un circuito de rally” describió Quintana, quien resaltó que el tramo más conflictivo de esta carretera vienen a ser “unos tres kilómetros” entre la rotonda de El Campillo y La Arboleda, una “semiautovía” que carece de medidas de seguridad.

Medidas

Los ganaderos han solicitado la instalación de alumbrado para aumentar la visibilidad por la noche, y señalización y pasos elevados para que los vehículos reduzcan la velocidad. También han demandado la instalación de un paso cinegético. En la misma sesión, los ganaderos han pedido a la Diputación que presente “ya” el Plan de Ordenación y Gestión de pastos en el Monte 500 y en el Monte 193 de La Arboleda, una superficie “pública” que se encuentra en parcelas de tres localidades: Ortuella, Trapagaran y Abanto-Zierbena. Los comparecientes reconocieron que la institución foral les ha confirmado que dicho plan, que se remonta a “1989”, se presentará “en breve”.