“Mi ama siempre me ha dicho que me va lo de ingeniero, porque siempre que pasa algo con los cables en casa, siempre me llaman a mí”, apunta Ibon Arias, que hoy iniciará sus estudios de Ingeniería Mecatrónica en el Campus de Zorrotzaurre de Mondragon Unibertsitatea. “No estoy nervioso en lo que se refiere al contenido, sé que va a ser una ampliación de conocimientos del Bachillerato”, asegura este vecino de Txurdinaga, formado en Begoñazpi Ikastola. 

A diferencia de otros compañeros, Ibon afrontó con tranquilidad el trámite de la EBAU. “Es una universidad privada y ya sabía que me habían cogido”, desvela. Antes de eso, tuvo que poner sus ideas en orden: “Sabía que quería hacer una ingeniería, pero hay muchísimas. Vi que en Mondragon Unibertsitatea había mucha dualidad: estudio y a la vez trabajo en empresa. Pones más en práctica lo que estudias en clase. No es solo teórico, es más divertido. Y es un plus a la hora de la contratación. Mi hermano mayor, Asier, hizo una dual y le fue bien. Por eso quería hacer yo algo así también”.

Mecánica y electrónica

De la decena de ingenierías que ofrece Mondragon, Ibon optó por la Mecatrónica: “Das un poco de mecánica y también de electrónica, que siempre me ha atraído”. La posibilidad de estudiar sin moverse de Bilbao también era un factor positivo: “Tengo ganas de conocer gente nueva y hacer nuevos amigos, pero para eso no tengo por qué irme. El cambio es más cómodo si estás en casa. Aquí tengo mi vida, hago mis cosas y no quería cortar eso de raíz”. Entre esas aficiones a las que quiere dar continuidad en esta nueva etapa que se le abre está la del taekwondo: “He dejado de competir, pero ejerzo de profesor cuando hay alguna vacante y además soy árbitro. Ese factor lo veía imprescindible para quedarme en Bilbao, porque quiero seguir haciéndolo”. 

Reconoce Ibon que “da algo de pereza, porque de vacaciones se vive muy bien”, pero está motivado para empezar: “Estoy un poco nervioso por ver cómo es la carrera, pero creo que me va a gustar. Y también el tener un ambiente diferente al del Bachillerato, otros profesores...”. No le da demasiadas vueltas a lo que hará cuando concluyan los cuatro años que dura el grado: “Luego siempre está la opción de hacer un máster, pero ese dependerá de cómo me vaya en la carrera. Si me veo a gusto en alguna empresa, igual me quedaría. Lo decidiré en su momento”.